Será el segundo partido que enfrentará a Real Madrid y Barcelona fuera de España, después de que se vieran las caras en 1982 en el estadio Farid Richá, de la ciudad venezolana de Barquisimeto.
Aquel partido se cerró con victoria madridista (1-0) con un gol de cabeza del exseleccionador español Vicente del Bosque, que marcó en los primeros minutos del choque por el tercer puesto de la Copa Presidente de la República de Venezuela en la que el Inter y el Oporto jugaron la final.
Stephen Ross, propietario de los Miami Dolphins, dijo en una rueda de prensa que se trata de un “sueño hecho realidad”, pues un duelo entre Real Madrid y Barcelona es “uno de los mayores eventos deportivos del mundo”. Cada partido entre ambos es “una guerra y no hay nada de amistoso”, añadió.
Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, dijo que este partido responderá a la “pasión” por el fútbol en Miami y será un símbolo del deporte “sin fronteras”.
“Un Real Madrid-Barcelona es el mejor partido y el más especial que cualquier aficionado al mundo puede ver”, aseguró en un acto al que asistieron dos exjugadores de ambos equipos, el defensa brasileño Roberto Carlos y delantero búlgaro Hristo Stoichkov, así como Dan Marino, el mítico jugador de los Dolphins, entre otros.
El Barcelona estuvo representado por su vicepresidente Manel Arroyo, que consideró que con este “clásico” en EE.UU. se está haciendo “historia” y supondrá un momento “clave” en el desarrollo del fútbol en este país y se recordará durante años.
Arroyo dijo a Efe que tanto su club como el Real Madrid deben ser “inteligentes” e ir de la mano para lograr entrar en un “mercado tan competitivo” como el estadounidense, país con grandes patrocinadores y con contratos millonarios de derechos televisivos.
En ese sentido, dijo que se debe tener en cuenta las grandes audiencias televisivas de EE.UU. y adaptar los horarios del “partido más esperado del año” a este mercado, el de mayor previsión de crecimiento, junto con China.
La organización, que recordó que en el Hard Rock Stadium se disputará la Super Bowl en 2020, dijo que quiere seguir su ejemplo para este partido, con numerosos eventos en los días previos y actuaciones como las del rapero Flo Rida, natural del sur de Florida y que estuvo también presente en el anuncio.
El Hard Rock Stadium, que tiene una capacidad de 65.000 espectadores, ya recibió en 2011 al Barcelona, que entonces batió el récord histórico de asistencia a un partido de fútbol en Florida, sur de EE.UU., en su enfrentamiento con el Chivas Guadalajara mexicano, aunque perdió 1-4.