“El mejor espectáculo de la tierra será organizado por Canadá, México y Estados Unidos en el 2026 en Norteamérica. Las próximas dos ediciones de la Copa Mundial de la FIFA se celebrarán en África (Marruecos), Europa (Portugal y España) -con tres partidos jugados en América del Sur (Argentina, Paraguay y Uruguay)- en 2030 y en Asia (Arabia Saudí) en 2034. Tres ediciones, cinco continentes y diez países involucrados en el torneo. ¡Eso está haciendo que el fútbol sea verdaderamente global“, indicó.
En este sentido, explicó: “Los procesos de licitación fueron aprobados por consenso a través del Consejo de la FIFA, donde están representadas las seis confederaciones, después de un diálogo constructivo y una extensa consulta. Gracias a todos los que han participado en este intercambio positivo“.
Infantino considera que “el futbol une al mundo como ningún otro deporte”, que el Mundial “es la exhibición perfecta para un mensaje de unidad e inclusión” y que también proporciona “una importante ilustración de cómo las diferentes culturas pueden estar juntas y aprender a entenderse mejor las unas a las otras”.
Por último opina que mientras vivimos “en un mundo cada vez más dividido y agresivo”, se muestra que el fútbol “se une como nada más”, y concluye diciendo que “todos necesitamos estas ocasiones de unidad y las próximas Copas del Mundo de la Fifa proporcionan una fuerza única para el bien en este sentido”.
Arabia Saudita daría un gran golpe con la sede del Mundial de fútbol, después de sus importantísimas inversiones de los últimos años en el futbol, pero también en otros deportes como la Fórmula 1, el golf, la equitación o el boxeo.
Esta política deportiva viene directamente del príncipe heredero Mohammed Ben Salman, que se ha propuesto transformar el reino en un país de negocios y de turismo para reducir así su dependencia de los ingresos procedentes del petróleo y, según sus detractores, para desviar también la atención internacional sobre las violaciones a los Derechos Humanos.
En los últimos meses, a golpe de talonario, grandes figuras como Cristiano Ronaldo o Karim Benzema han fichado por formaciones sauditas.