Azerbaiyán defendía en estático con una línea de seis y en los últimos 25 metros los portugueses se limitaban a colgar balones para buscar la cabeza de Cristiano Ronaldo, que estaba acompañado arriba por el delantero del Eintracht de Fráncfort André Silva, exjugador del Sevilla.
La primera ocasión clara llegó en el minuto 16, cuando Cristiano sirvió al central del Granada Domingos Duarte, que controló de pecho y se plantó delante del guardameta, que le cerró el ángulo de disparo.
En el 21, primer centro por la izquierda del lateral del Sporting Nuno Mendes, que se estrenaba con “las quinas”, que remató Ronaldo de cabeza en el área pequeña, pero que se fue alto.
El único peligro de Portugal pasaba por colgar balones y en uno de estos, con todo a favor para el guardameta Magomedaliyev, éste salió en falso de puños, el esférico dio en el pecho de Medvedev y la carambola permitió el 1-0 en el minuto 36.
Así se llegó al descanso, con mucho dominio y escasas ideas de Portugal para superar al inofensivo Azerbaiyán.
En la segunda mitad, Portugal salió con el mismo 4-4-2, con la entrada del jugador del Manchester United Bruno Fernandes por Joao Moutinho.
A los cinco minutos de la segunda parte, Azerbaiyán tuvo una ocasón de gol en una falta que remató fácil de cabeza en el área Ghorbani, aunque el esférico se fue arriba.
Venha o próximo jogo!#PORAZE | 1-0 | #VamosComTudo pic.twitter.com/2OIGSYasTs
— Portugal (@selecaoportugal) March 24, 2021
La primera ocasión con peligro para Portugal llegó en el minuto 66, tras una internada de André Silva que atajó el guardameta visitante.
Y en el 70, excelente triangulación de Azerbaiyán desde el centro del campo que acabó con un centro por la derecha que despejó Lopes y cuyo rechace cayó en las botas de Nuriev, que disparó alto.
Portugal se mostraba incapaz de mostrar su mejor fútbol, apenas llegaba por las bandas y para buscar más profundidad, Santos dio entrada a Joao Félix por Silva en el minuto 74. El jugador del Atlético fue el que más chispa dio a la zona ofensiva lusa.
Sin embargo, el marcador no se movió más, en un partido con las estrellas lusas apagadas, sin intensidad y en el que Portugal venció gracias a un tanto en propia puerta de la modesta Azerbaiyán