Desde que comenzara la instrucción en la Audiencia Nacional por el caso Neymar, los pagos del contrato al jugador se realizaron siguiendo los criterios de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, según explicaron a EFE desde el club azulgrana.
Es decir, las retenciones que se realizaron fueron del 48%, como corresponde a un contrato laboral, y no a un 24% como se hubiera tratado de un contrato comercial. Desde el club se consideraba que en el caso contrario, existía riesgo de comisión de un nuevo delito fiscal.
Según la misma fuente, la Agencia Tributaria una vez finalizada la última inspección y se produjeron las regularizaciones en el verano de 2019, confirmó la diferencia de tratamiento fiscal y por eso la reclamación de la citada cantidad.
Según la información de El Mundo, “la Agencia Tributaria ha notificado al Barça que, en caso de no regularizarse la situación, daría a esos 10,2 millones el tratamiento de una donación del club azulgrana al futbolista, con las contingencias fiscales que pudieran derivarse de ello para el propio Neymar y el ajuste que debiera hacer la entidad catalana ante Hacienda”.