“Aunque estamos acostumbrados, siempre nos sorprende”, aseguró su técnico, Ernesto Valverde.
Messi tiene una cuenta pendiente en la ‘Champions’: desde el quinto trofeo ganado por el Barça en 2015 (el cuarto para la ‘Pulga’), el Barcelona se ha estrellado tres veces en cuartos.
Esta vez hay que pasar. El Barcelona está a solo cuatro partidos de la final del primero de junio en el estadio Metropolitano madrileño y Messi (108 goles en ‘Champions’, de ellos 8 esta temporada) espera reducir la brecha con Cristiano Ronaldo (124), su gran rival por el título europeo y el Balón de Oro.
El argentino arrastra desde finales de 2018 una pubalgia crónica, que lo lastró con su selección, pero, a sus 31 años, es tan imprescindible para el Barcelona, que su presidente Josep María Bartomeu declaró querer renovar su contrato que finaliza en 2021.
Y Valverde, que lo había dejado en el banquillo la semana pasada contra el Villarreal para hacerlo descansar, tuvo que sacarlo cuando el Barça perdía 4-2. El resultado final fue 4-4, con un enésimo gol de falta de Messi… que volvió a marcar el sábado en el choque con el Atlético de Madrid (2-0) para poner al alcance del Barcelona un octavo título de Liga en once años.
Autor de 43 goles en 40 partidos esta temporada, 13 de ellos en sus últimas diez apariciones, el capitán barcelonista llega a Mánchester en plena forma y no quiere parar: “hay que seguir jugando así, sin regalar nada”, dijo Messi.
Pogba, destellos de brillantez
Con la llegada del entrenador Ole Gunnar Solskjaer, Paul Pogba ha recuperado su brillo, pero desde marzo la luz se ha hecho intermitente para el campeón del mundo y los “Red Devils”.
Salido de la sombra de José Mourinho y liberado por el noruego, el centrocampista ha marcado nueve goles y dado siete asistencias en la liga y en la Copa de Inglaterra. Unas cifras impresionantes que hicieron renacer la esperanza de ver a Pogba brillar tanto con la camiseta roja como con la azul.
Pero desde su pase decisivo contra Crystal Palace el 27 de febrero, Pogba ha desaparecido de las estadísticas. Y en el juego, poca cosa…
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En marzo, el francés pesó mucho menos en el juego ofensivo, al tiempo que el centro del campo del United varió mucho debido a las lesiones, incluso tras la vuelta de Matic y Herrera, no parece funcionar.
El equipo inglés ha caído al sexto puesto en su campeonato, ha sido eliminado de la Copa de Inglaterra por el Wolverhampton y, tal vez lo peor para Pogba, los “Red Devils” no tuvieron necesidad de él para su hazaña en marzo contra el PSG (3-1), ya que estaba suspendido.
Aunque sin grandes talentos ofensivos en el centro del campo, Solskjaer espera mucho de su campeón del mundo. El noruego construyó su equipo en torno a él, dándole las llaves del juego y, a veces, el brazalete de capitán.
¿Será suficiente para mantenerlo el año que viene cuando el Real Madrid, por medio de Zinedine Zidane, ha mostrado su interés? “Me gusta mucho, no es nuevo”, dijo el técnico francés.
Mientras, Solskjaer defiende a su perla: “Paul trabaja igual de duro que los demás. A veces, simplemente no hay suerte”. ¿La habrá el miércoles?
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