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Platini se despide y UEFA elige a su sucesor en la presidencia

El congreso de la UEFA del miércoles en Atenas se anuncia animado entre el discurso de despedida del presidente destituido Michel Platini y la elección de su sucesor (con dos candidatos, Michael van Praag y Aleksander Ceferin), mientras crecen las quejas sobre la anunciada reforma de la Liga de Campeones.

Michel Platini se despedirá de la Uefa. (Foto Prensa Libre: AP)

Michel Platini se despedirá de la Uefa. (Foto Prensa Libre: AP)

La presencia de Platini en Atenas en su despedida ante los que le habían elegido en tres ocasiones (2007, 2011, 2015) fue autorizada por la justicia interna de la FIFA que no vio infracción en su suspensión de cuatro años de toda actividad ligada al futbol.

Pero no todo el mundo está contento. “El congreso de la UEFA debe estar marcado por el programa de su nuevo presidente y no por los errores de su predecesor”, afirmó el lunes el presidente de la Federación Alemana de Futbol (DFB), Reinhard Grindel.

La relación entre Platini y los alemanes es a menudo tempestuosa, en los terrenos de juego en los años 1980 y fuera de ellos como dirigente desde los años 2000.

“Veremos cómo los campeones del romanticismo social se enfrentarán a las duras realidades cotidianas”, afirmó en la primera elección de Platini en 2007 el presidente de la DFB de la época, Theo Zwanziger.

Platini fue sancionado en el caso del pago controvertido de 1,8 millones de euros por parte de Joseph Blatter, expresidente de la FIFA, sobre la base de un contrato oral. El triple Balón de Oro dimitió de la presidencia de la UEFA el 9 de mayo tras haber agotado todos los recursos, reduciendo su pena de 8 a 4 años.

Duelo por un mandato de dos años y medio

Tras la retirada del español Angel María Villar, solo hay dos candidatos a la sucesión de Platini: Michael van Praag, 68 años, presidente de la Federación Holandesa, y su homólogo de la Federación Eslovena, Aleksander Ceferin, de 48, dado como favorito por varios medios de comunicación europeos.

Para los que siguen las instancias futbolísticas internacionales, Van Praag es conocido. Fue uno de los primeros en denunciar públicamente la gestión de la FIFA de Blatter y fue también un efímero candidato a la elección de la instancia suprema en 2015 antes de retirarse. El expresidente del Ajax de Amsterdam tiene carisma y autoridad natural, pero encarna el antiguo régimen, ya que es miembro del comité ejecutivo de la UEFA, desde 2009.

Ceferin no era conocido hasta ahora. Quiere encarnar la voz de las naciones pequeñas. La baza de este abogado es aparecer como el candidato de la renovación, pero la prensa nórdica afirma que es el submarino de Gianni Infantino, actual presidente de la FIFA, lo que el esloveno rechaza.

El principio de la elección es simple: cada una de las 55 federaciones que componen la UEFA dispone de un voto, por lo que Andorra, San Marino o Liechtenstein cuentan tanto como Inglaterra, España, Alemania, Francia o Italia. El presidente será elegido por dos años y medio (y no cuatro como es lo normal) ya que es el tiempo de presidencia que le restaba a Platini. El presidente de la UEFA se convierte de facto en uno de los vicepresidentes de la FIFA.

Una reforma mal digerida

El 26 de agosto, la UEFA anunció una reforma de la Liga de Campeones que hizo mucho ruido. Para el período 2018-21, cuatro plazas en la fase de grupos serán para España, Inglaterra, Alemania e Italia, países recompensados por los buenos resultados de sus clubes en esta prestigiosa prueba en el pasado (ocupan la cabeza del índice UEFA).

La UEFA, administrada desde la suspensión de Platini por su secretario general de forma interina, Théodore Theodoridis, quiso de este modo contrarrestar la tentación de algunos grandes clubes de crear ellos solos una SuperLiga completamente cerrada.

Pero fuera de esos cuatro países beneficiados, el enfado aumenta. La Asociación Europea de la Liga de Fútbol Profesional (EPFL) considera “inaceptable” esta “decisión que va a incrementar de forma exponencial la brecha deportiva y financiera entre los más grandes clubes en Europa y los otros”.

La EPFL incluso amenazó con programar partidos al mismo tiempo que los de las competiciones de la UEFA y quiere preguntar al nuevo presidente de la UEFA sobre esta reforma.
El nuevo patrón del fútbol europeo sabe ya que un dosier difícil le espera.

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