La fama de este niño que lleva botas de goma y un “shalwar kameez” , el vestido tradicional afgano, le ha venido gracias a su “camiseta” , en realidad una bolsa de plástico con rayas verticales blancas y azules (los colores de la selección argentina) y en la que su hermano escribió “Messi” y “” , el número fetiche del delantero argentino del Barcelona.
“Murtaza insistía en que le comprara una camiseta de Messi pero no tengo dinero y su hermano le fabricó una” , explica a la AFP Mohamad Aref Ahmadi, el padre del niño, que dice ser un “simple agricultor” .
La familia no tiene televisión en casa pero Murtaza sigue los partidos en casa de sus vecinos.
Cuando a mediados de enero su hermano mayor publicó en Facebook las fotos del niño con su peculiar camiseta, el impacto fue tal que llegó hasta a oídos del propio Messi. Su padre ha asegurado a la AFP que el jugador quiere “hacer un gesto” .
Invitados por una cadena de televisión afgana, Murtanza y su padre han viajado hasta Kabul desde su recóndita provincia de Ghazni. “La vida allí es muy difícil porque estamos rodeados de los talibanes y Daech” , dice el padre en referencia al grupo yihadistas Estado Islámico (EI) , implantado también en Afganistán.
Orgullo para Afganistán
A pesar del peligro del viaje, padre e hijo han venido hasta la Federación Afgana de Fútbol (AFF) en la capital para intentar viajar a España donde, eso esperan, podrán conocer a Messi. “Quiero estar con Messi, quiero conocerlo” , dice Murtaza.
Sin embargo el viaje parece complicado. La familia Ahmadi nunca ha salido de Afganistán y no tiene pasaporte y además necesita un visado para entrar en España.
La embajada española en Kabul dijo a la AFP estar “dispuesta a ayudar” a Murtanza y a su padre y la federación afgana es optimista. “Hemos tenido contactos preliminares con la estrella del Barcelona pero no sabemos dónde y cuándo podrá organizarse el encuentro” , dijo Sayed Ali Kazemi, portavoz de la AFF.
Una fuente cercana al jugador no quiso “ni desmentir ni confirmar” un posible encuentro aunque explicó que probablemente enviarán una camiseta al niño afgano.
A la espera de reunirse con su ídolo, Murtaza sigue haciéndose fotos con su famosa “camiseta” y dando patadas a un balón nuevo que le ha regalado la federación, todo ello bajo la mirada satisfecha de su padre.