“Ni siquiera sé por dónde empezar y ni siquiera sé cómo poner en palabras cómo me siento en este momento exacto”, comienza el texto del jugador del Manchester United, que admite que ha tenido una temporada “difícil” y que quizás llegó al momento clave del último partido del curso “con falta de confianza”.
“Lamentablemente, el resultado no fue el que quería. Sentí que había decepcionado a mis compañeros de equipo. Sentí que había decepcionado a todo el mundo. Un penalti era todo lo que me pedían para contribuir al equipo. Puedo marcar penaltis mientras duermo, así que ¿por qué no ese?”, continúa el escrito, en el que reconoce que no existe una palabra para describir su estado de ánimo tras perder la final de la Eurocopa en la tanda de penaltis.
“Todo lo que puedo decir es que lo siento. Ojalá hubiera salido de manera diferente”, lamentó Rashford, que quiso alzar su voz por sus compañeros de selección tras un verano en el que ha disfrutado de una de las mejores concentraciones de su carrera en la que el grupo ha construido una hermandad “que es inquebrantable”.
Añadió que siempre soñó con días como el de la final del domingo y destacó que, pese a las críticas, los mensaje recibidos tras la derrota han sido “positivamente abrumadores”.
— Marcus Rashford MBE (@MarcusRashford) July 12, 2021
“Las comunidades que siempre me rodearon continúan sosteniéndome. Soy Marcus Rashford, 23 años. Hombre negro de Withington y Wythenshare, al sur de Manchester. Gracias por todos los bonitos mensajes. Volveré más fuerte. Volveremos más fuertes”, concluye el texto del delantero internacional del Manchester City.
— Marcus Rashford MBE (@MarcusRashford) July 12, 2021
La ronda de penaltis de la final de la Euro 2020 tuvo de protagonistas a estos tres futbolistas menores de 23 años, Rashford, Sancho y Saka, quienes fallaron los lanzamientos.
Todos ellos, de raza negra, recibieron mensajes racistas de parte de un sector de la afición inglesa que de hecho, también arremetió contra aficionados de Italia golpeándolos a la salida de Wembley.
El entrenador inglés Gareth Southgate, asumió su responsabilidad: “Los lanzadores de penaltis son mi decisión. Es mi culpa. Decidí por cómo habían ido los entrenamientos, pero nadie está solo. Ganamos como equipo y perdemos como equipo”, dijo.