La decisión es la estricta aplicación del artículo 101.2 del código disciplinario de la RFEF, que indica que “será considerada como infracción grave y será sancionado con multa de hasta 3 mil euros y apercibimiento de clausura, el lanzamiento de varios balones, o de cualquier otro elemento al terreno de juego procedentes de la grada, con independencia de si el juego está o no detenido”.
El partido más seguido del mundo (unos 650 millones de telespectadores en todo el planeta, según LaLiga) se vio interrumpido “durante un minuto y treinta segundos debido al lanzamiento, por parte del público, de balones al terreno de juego”, indicó el árbitro del enfrentamiento, Alejandro Hernández Hernández, en el acta.
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