Su reencuentro en los banquillos se produce tres años después de su último choque. Ambos llegan al partido como nuevos entrenadores de sus respectivos equipos, y liderando la clasificación con tres victorias tras las tres primeras fechas de la Premier League.
Pero la relación entre ambos se quebró cuando en 2008 el Barça eligió al joven Guardiola en lugar de a un ya por entonces laureado Mourinho para suceder a Frank Rijkaard al frente del banquillo del Camp Nou.
El luso se vengó dos años después cuando el Inter de Milán noqueó al Barça en la Liga de Campeones. En una imagen icónica, Mourinho celebró aquel pase a la final de la 'Champions' corriendo por el césped del coliseo azulgrana brazos en alto.
“(Guardiola) dejó el Barcelona por numerosas razones”, escribió el defensa del Liverpool Jamie Carragher en el Daily Mail el pasado mes de mayo, cuando Mourinho fue nombrado para dirigir a los 'Red Devils'.
“Pero una de ellas, estoy seguro, es el continuo acoso en relación a Mourinho al que era sometido por los medios”, afirmó.
“Es inevitable que ese asunto vuelva a salir a la palestra. Guardiola debe estar pensando: 'Oh no, otra vez con él no'”, apuntó.
El pragmático Mourinho, de 53 años, y el idealista Guardiola, de 45 años, han coincidido en su proceder hacia los jugadores que no entran en su planes, sin importar su palmarés, desde su llegada a la ciudad del norte de Inglaterra.
Mourinho abrió la puerta de salida al veterano centrocampista alemán Bastian Schweinsteiger, al que no inscribió para la Liga de Campeones.
Guardiola, por su parte, forzó a salir rumbo al Torino al arquero titular las últimas temporadas con los 'Citizens' y con la selección inglesa, Joe Hart.
Nuevo capítulo
El fichaje de Mourinho por el Real Madrid en 2010 convirtió en habitual el duelo entre ambos técnicos.
Mourinho sufrió la humillación de un 5-0 en el primer 'Clásico' entre ambos, en una temporada en la que los dos colosos del fútbol español también se enfrentarían en la 'Champions', con victoria de nuevo para el Barça.
En la Supercopa de aquel año se vivió uno de los episodios más desagradables, cuando Mourinho introdujo su dedo en el ojo de Tito Vilanova, asistente entonces de Guardiola.
La última vez que se vieron las caras en un terreno de juego fue en 2013, cuando el Bayern de Guardiola superó al Chelsea de Mou en los penales en la Supercopa de Europa.
Si a 'Mou' no le agradó que el Barça eligiese en 2008 a un recién llegado a los banquillos como Guardiola, Pep siempre señaló el carácter provocador del portugués.
Conscientes de que su relación, sus gestos, sus palabras, serán escrutados por la prensa, ambos técnicos has hecho hasta el momento todo lo posible por no avivar el fuego, incluso mostrándose amables.
“Compartí con Pep dos años en un campeonato en el que el campeón era él o yo. En esa situación los duelos individuales tienen otro sentido porque puede haber una influencia mayor. Pero en el campeonato inglés, si sólo me focalizo en él y en el Manchester City, y si él sólo se centra en el United, será cualquier otro el campeón”, explicó Mourinho.
“Como entrenador Mourinho es uno de los grandes nombres”, indicó por su parte Guardiola en su primera conferencia de prensa a inicios de julio.
Queda por ver si antes del partido, y sobre todo después, se mantendrá la aparente camaradería.