Según la emisora catalana, Messi interrumpió sus vacaciones para tratar con Koeman su continuidad y reconocerle que, tras el nuevo fracaso europeo y cerrar el curso sin ganar ningún título, se ve “más fuera que dentro” del Barça.
Sin embargo, el ’10’ azulgrana también le habría dicho ser consciente de las dificultades que tendrá para dejar la entidad este verano. Y es que a Messi le queda un año más de contrato y su cláusula de rescisión es de 700 millones de euros.