Según documentos internos a los que ha tenido acceso la publicación, éstos eran los términos acordados por los 12 clubes fundadores – de Reino Unido, Italia y España – en el contrato marco de 167 páginas de la Superliga.
Tras la aportación inicial de JPMorgan, los clubes se comprometían a pagar anualmente al banco un total de 264 millones de euros, incluyendo intereses, por un período total de 23 años.
El texto asegura que la polémica iniciativa – que se ha derrumbado ante las críticas de los seguidores, otros clubes y la oposición frontal de la Uefa – busca agradar “a los aficionados en todo el mundo”.
Die meisten Spitzenvereine wollen das #SuperLeague-Projekt wieder verlassen. Einfach wird das aber nicht, wie exklusive Einblicke in den Vertrag zeigen. (S+)https://t.co/SmMdJTJalr
— DER SPIEGEL (@derspiegel) April 23, 2021
El documento apunta además que la Superliga iba a “inyectar significativos nuevos recursos en el fútbol” y subraya que el 8 % de los ingresos televisivos, que estima en al menos 400 millones de euros anuales, iban a dedicarse a fines benéficos y solidarios.
La iniciativa, concluye el contrato marco, va a “ofrecer notables ventajas al fútbol amateur y al fútbol en su conjunto”.
El pasado domingo se dio a conocer el proyecto de una docena de grandes clubes de fútbol europeos de crear una Superliga, una iniciativa que desde el principio chocó con el rechazo mayoritario de aficionados, futbolistas, equipos no invitados y federaciones nacionales e internacionales.
Desde entonces la mayoría de los impulsores se han desligado de manera más o menos definitiva del proyecto, liderado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.