La vida de Hofbauer era como la de cualquier joven de 22 años, llenas de alegrías, experiencias y sobretodo de amor al futbol.
A pesar de sentir fuertes dolores en la pierna derecha, no dejó de jugar al futbol. Al principio los dolores fueron tratados como un mal congénito, pero al no haber avances con los medicamentos le realizaron una serie de exámenes y en noviembre de 2011 llegó la temible noticia de que padecía cáncer.
Con fuertes sesiones de quimioterapia, pudieron reducir a ocho centímetro un tumor de 13 que tenía en el hueso del pie, pero a pesar del esfuerzo y la voluntad admirable del joven futbolista no hubo más opción y en marzo de 2011 le amputaron la pierna.
El 7 de marzo de 2015, Martín perdió el juego más importante, su rival: el cáncer.
Lejos de ser una carga o motivo de tristeza, para Martín fue un gran alivio pues dejo de sentir los fuertes dolores, recuperándose rápidamente de la operación y en tan solo dos meses después dio sus primeros pasos con su nueva extremidad.
Su deseo de jugar al futbol nunca tuvo fin, siendo una de las máximas motivaciones en su recuperación, y junto con la Federación de Futbol Austria lucharon para que la Fifa quitara la prohibición y pudiera estar de nuevo en las cancha, a que le habían prohibido jugar porque creían que era un riesgo para los otros jugadores que Martín jugará con la pierna ortopédica.
En mayo de 2013, la Fifa accedió a su petición y se convirtió en el primer futbolista de la historia en jugar con una pierna ortopédica.
“El deporte es el mejor modo de equilibrarse. Lo practicaba antes de la operación y después de hablar con el esquiador paralímpico Matthias Lanzinge, me convencí de que debía seguir haciéndolo”, expresó Hofbauer en una entrevista en 2011 con el diario Kleine Zeitung.