Desde la curva sur del estadio Velodrome se arrojaron botellas de plástico vacías y bolas de papel contra el arquero del Lyon, Anthony Lopes. Unos minutos antes, en la curva norte se habían arrojado objetos contra Mathieu Valbuena cuando iba a lanzar de esquina.
El árbitro, Ruddy Buquet, decidió entonces enviar a los dos equipos a los vestuarios, interrumpiendo el partido.
“Al próximo lanzamiento de objetos al césped, el partido será detenido definitivamente”, se avisó por la megafonía del estadio cuando los jugadores saltaron de nuevo al terreno de juego, veinte minutos después de la interrupción.
En ese momento, el Lyon estaba con 1 a 0 a favor, por el penal transformado en el minuto 25 por Alexandre Lacazette, y el Marsella estaba además con diez hombres por la expulsión de Romain Alessandrini en el 44, lo que había enervado los ánimos de los hinchas locales.
Lacazette, maximo anotador de la pasada liga francesa con 27 tantos, firmó el primero de esta edición.
Paridad
Tras la interrupción, el Marsella consiguió el gol del empate, en el 68, por medio del holandés de origen tunecino Karim Rekik, en un remate de cabeza en un saque de esquina.
Ese tanto permitió al Marsella del entrenador español Miguel González 'Míchel' salvar un punto, pero el equipo es apenas duodécimo, a 7 puntos del líder París Saint-Germain. El Lyon es séptimo, con 9, a cinco de la cabeza.
“Nos quedamos decepcionados, podíamos haberlo hecho mejor. Nos falló la concentración tras la interrupción”, admitió el técnico del Lyon, Hubert Fournier.