Todo estuvo esta vez a favor de la celebración. El equipo de Carlo Ancelotti necesitaba un punto. Lo logró sobrado, con goleada al Espanyol. El clima acompañaba y la hora del encuentro era más que adecuada para posteriormente tener tiempo para encontrarse con la afición y con la familia, compañeros y amigos para festejar con mesura.
No en vano el miércoles está ya a la vuelta de la esquina. El cuadro madridista retornará este mismo domingo a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Valdebebas para comenzar a preparar la visita del City, que llegará al Bernabéu con un 4-3 logrado en el Etihad.
En el Bernabéu se festejó por todo lo alto el trigésimo quinto título de liga, con la afición y con las familias. Pero también había ganas de volver a Cibeles, donde no se iba desde hace cuatro años a causa de la pandemia. Lejos de abortar el traslado ante la diosa, como anunció Ancelotti, era necesario celebrar para incrementar la comunión con la afición y la moral y confianza ante el reto de la Champions ante el poderoso conjunto de Pep Guardiola.
El autobús partió desde el coliseo blanco con el lema de ‘Campeones’, siempre rodeado por un gentío espectacular, cada vez más numeroso según el vehículo bajó por el Paseo de la Castellana hacia la plaza de Cibeles, donde los seguidores se comenzaron a apostar nada más concluir el choque contra el Espanyol.
Los jugadores festejaron en lo alto del autocar junto a los seguidores que bordeaban el trayecto y los que le acompañaban caminando, pero el delirio se produjo cuando llegó a la plaza de Cibeles a las 20.47 (hora local), donde esperaban varias decenas de miles de hinchas enfervorizados.
Marcelo tuvo el honor en esta oportunidad de ser el encargado de engalanar a La Cibeles con una bandera y una bufanda del club, cometido que, como recordó el propio lateral brasileño, jugador con más títulos en la historia del Real Madrid, le introdujo Sergio Ramos, “Es algo maravilloso, muy bonito, hacer esto es entrar en la historia del Real Madrid, el mejor club del mundo, agradezco a Sergio Ramos que me llevó ahí una vez”, fue lo que dijo el lateral brasileño.
“Esto es para ellos. Hemos ganado la Liga hace dos años y no pudimos celebrarlo con ellos“, indicó Marcelo a Real Madrid TV tras colocar la bufanda a la diosa Cibeles.
El capitán del Real Madrid le pone una bufanda a la estatua de Cibeles.
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Veteranos, un nutrido grupo ya habituados a acudir a estas celebraciones, y novatos en estas lides, como David Alaba, Rodrygo, Militao, Camavinga o Vinicius, entre otros lo gozaron al máximo.
El único que faltó a la cita fue Gareth Bale, cuya ausencia ya en las celebraciones en el Bernabéu sorprendió. El galés, mientras sus compañeros estaban en Cibeles, publicó un mensaje en sus redes sociales en el que aclaraba que su ausencia se debía a “un espasmo” en la espalda.
Así esta el ambiente en la celebración del Real Madrid con su afición. 3⃣5⃣🏆⚪️
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