“Gracias a Dios que me dio el impulso del salto para llegar con la mano en el primero que les hice a los ingleses. Porque con este metro sesenta y siete no podía llegarle de ninguna manera a Shilton”, el arquero rival, recordó Maradona con picardía.
“Por eso se me ocurrió decir que fue la Mano de Dios más que un gol mío”, explicó sobre la muletilla con que se recuerda a ese gol que él mismo considera como “un golazo tremendo”.
Sin embargo, el segundo tanto fue el que más le gustó, aquél que dejó tendido como muñecos inútiles a Peter Beardsley, a Peter Reid, a Terry Butcher dos veces, a Terry Fenwick y a Shilton.
El de la 'mano de Dios' “no fue más lindo que el otro, pero el morbo está en el gol con la mano”, admitió el exjugador.
“Le pediría a Dios que repita una selección igual, pero es muy difícil”, comentó el exastro.
“Parece mentira que ya hayan pasado 30 años… Pero, por sobre todas las cosas, me gustaría recordar a mis compañeros, del primero, al último. Porque fuimos un grupo fantástico, y porque aquél mediodía dejamos todo adentro de la cancha”, escribió Maradona en su Facebook.