Cuando Bale cayó lesionado en el tobillo, muchos eran los que reclamaban a Zidane la entrada en el once de un cuarto centrocampista para ganar en control de balón y no exponer tanto al equipo en defensa, pero el francés parece decidido a mantenerse fiel a su sistema favorito y Lucas Vázquez le ha dado la razón.
El joven canterano fue uno de los más destacados en la semifinal contra América, sobre todo en la primera parte, tanto por su capacidad para desbordar por la banda derecha del ataque como por sus ayudas defensivas al lateral Dani Carvajal y su constante presión cuando el rival tiene el balón.
En los seis partidos disputados desde el pasado 22 de noviembre, fecha de la lesión de Bale, Vázquez ha sido titular en cuatro de los seis encuentros disputados por el equipo y solo descansó contra la Cultural Leonesa en Copa y contra el Deportivo de La Coruña antes de viajar a Japón, lo mismo que ocurrió con Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, lo que demuestra que Zidane le da el mismo trato que a la BBC.
“Me está convenciendo”, advirtió ya Zidane a finales de octubre, antes incluso de la lesión de Bale.
Si bien Zidane dejó claro a su llegada que “si la BBC está bien jugarán”, el sacrificio, la capacidad de desborde y el trabajo de banda de Lucas Vázquez le han acabado convenciendo de que es el mejor recambio para Bale, que tras la operación a la que se sometió tardará unos tres meses en regresar.
Un tiempo que Lucas Vázquez quiere aprovechar para reivindicarse, pese a que cuando llegó Zidane al banquillo blanco, no hace aún un año, parecía que no contaba con el canterano.
Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, logró el ascenso con el Castilla a la Segunda División en 2012 y la temporada siguiente ayudó al equipo a mantenerse en la categoría con goles.
Zidane cambia de opinión
En la temporada siguiente, en la que Zidane se hizo cargo del Castilla, Lucas Vázquez se marchó cedido al Espanyol. Tras una buena temporada, regresó ya al Real Madrid por petición del entonces entrenador Rafael Benítez, con quien empezó a jugar y destacar.
Sin embargo, la llegada de Zidane para sustituir a Benítez pareció al principio un freno para el delantero, que vio como suplente los primeros partidos del francés en el banquillo.
Ya a finales de la temporada pasada, Vázquez fue entrando cada vez más en los planes de Zidane y acabó la temporada jugando muchos minutos, sobre todo como revulsivo en las segundas partes.
Pero Vázquez no ha destacado solo por su fútbol, sino también por su personalidad. En la final de la pasada Liga de Campeones, fue el primero en lanzar el penal en la tanda decisiva, anotándolo con una tranquilidad pasmosa, al menos aparente.
Y tampoco ha tenido problemas en reclamar a la BBC que se implique más en tareas defensivas.
El domingo ante Kashima Antlers parece uno de los fijos en el once inicial de la final y lo será por méritos propios, no solo porque el galés Bale se haya perdido la cita.