Además de su reciente despido del Schalke, Boateng fue expulsado de la selección de Ghana durante la Copa del Mundo de Brasil 2014 por indisciplina, después de que insultara al seleccionador Kwesi Appiah.
Tras iniciarse en clubes alemanes, Kevin-Prince Boateng debutó en la Liga inglesa en el 2007, donde jugó en el Tottenham y el Portsmouth.
En 2010 fichó por el Milan, donde consiguió una Liga en su primer año y brilló cambiando de funciones en el centro del campo, desempeñándose como organizador ofensivo y, en ocasiones, falso extremo.
Permaneció en el club italiano hasta 2013, cuando fichó por los alemanes del Schalke 04.