Valverde llega con la sombra de la duda desde que el Liverpool le apeó con goleada de la última edición de la Liga de Campeones. Fue un momento crítico por el que muchos dejaron de creer en él. Nunca lo hizo Leo Messi ni la directiva, que lo mantuvo en el cargo. Esta temporada dirige a un Barcelona más irregular pero que lidera LaLiga Santander y pasó primero de grupo en la Liga de Campeones. Sólido en casa y con tropiezos de visitante. Creciendo desde que el mejor jugador del mundo, Messi, ha ido ganando ritmo.
La duda fue compartida con Zidane. Por un momento la crítica arreció sobre él y de nada sirvió lo conseguido en su primera etapa al frente del Real Madrid. En cuanto sonó el nombre de José Mourinho, los jugadores madridistas se activaron y la derrota de Mallorca fue la última. Llegan en racha al clásico, cumpliendo dos meses sin perder, dejando en el camino la mejor de las imágenes con encuentros de gran fútbol y autoridad. Apuestas como Fede Valverde y dar paso a Rodrygo han reforzado la imagen de ‘Zizou’, al que nuevamente se ve como un gran gestor de grupo y el mejor técnico para dirigir a un Real Madrid que entierra un 2019 para el olvido.
Ter Stegen-Thibaut Courtois
Marc-André ter Stegen llega al clásico en su momento de mayor irregularidad, demostrando que es humano tras ser señalado como el mejor portero del mundo por su gran arranque de temporada. Cansado de salvar al Barcelona en sus malos momentos, ha cometido varios errores impropios de su nivel. Erró ante el Mallorca en el Camp Nou y repitió, costando más caros sus dos fallos, frente a la Real Sociedad en San Sebastián. A su imagen de hierro nada parece afectarle y recibirá al Real Madrid listo para ser decisivo si la defensa no mejora la inseguridad que está mostrando en los últimos encuentros.
La sonrisa ha regresado al rostro de Courtois, al fin plenamente feliz en el Real Madrid. Sin el pulso con Keylor Navas, tuvo un punto de inflexión cuando fue silbado ante el Brujas. Hasta se inició un nuevo debate con Areola que zanjó a su regreso de una pequeña lesión con grandes actuaciones. Se ha ganado el respeto del madridismo, hace paradas salvadoras cumpliendo con el papel que se le demandaba y ha comenzado a ser habitual que su portería se quede a cero. No lo consiguió en Mestalla, pese a dos grandes intervenciones, y lo compensó con una subida al ataque en la última jugada que propició el tanto del empate ante el Valencia. Llega con la moral por la nubes.
Gerard Piqué-Sergio Ramos
Juntos dominaron el mundo, fueron la mejor pareja de centrales de todas las selecciones. Como rivales son iconos de sus clubes, protagonistas de numerosos piques en el terreno de juego con una buena relación luego fuera de él. A los dos les gusta la polémica, los dardos en sus mensajes en declaraciones y redes sociales. Piqué llega a la cita como el pilar defensivo sobre el que se sustenta el Barcelona. Ramos, como el gran capitán y auténtico líder del Real Madrid.
A Piqué le espera un marcaje incómodo, el de Karim Benzema, con su movilidad continua y su facilidad asociativa. A Ramos, una nueva cita de raza con Luis Suárez, duelos de los que saltan chispas y en los que un despiste de medio metro cuesta caro. Piqué y Sergio son armas ofensivas de sus equipos en las acciones a balón parado. Ramos, además, es un lanzador impecable de penaltis que le permite dar salida a su pasión por el gol siendo defensa. Disfrutan al máximo estos partidos.
Sergio Busquets-Casemiro
El duelo de los especialistas, futbolistas imprescindibles, casi imposibles de sustituir en Barcelona y Real Madrid. A buen seguro que no será el duelo más vistoso del clásico,pero sí el de los dos futbolistas que mejor entienden la parte táctica del fútbol y un nuevo enfrentamiento entre los dos mejores medioscentros del mundo. El equilibrio de los dos equipos pasa por ellos. Futbolistas adorados por sus compañeros por el trabajo de desgaste que realizan en la sombra, su labor en las coberturas yos espacios que achican.
Busquets llega alejado de la regularidad que marcaba sus anteriores temporadas. Los años pasan y se acusan en una demarcación de tanto desgaste físico. Pero su inteligencia futbolística es intocable y le mantiene al mando del juego del Barcelona y la selección española. La importancia de Casemiro se vio en Mestalla, donde Zidane no forzó su presencia por el riesgo de que una amarilla provocase su ausencia en el clásico, en el que es fundamental para el trabajo defensivo del Real Madrid. Siempre listo para la batalla, es imagen de lucha del equipo madridista, de la que necesitará para sacar un buen resultado del Camp Nou.
Leo Messi-Karim Benzema
El duelo de los goleadores. Llegan empatados en la clasificación de artilleros de la Liga, con doce tantos cada uno. Messi en un curso en el que ha ido de menos a más, condicionado por lesiones hasta mostrar la identidad de un futbolista único. Benzema es referente goleador, una faceta hasta la fecha desconocida en el francés. El día que se marchó Cristiano Ronaldo, dejó de jugar para los demás en los últimos metros y desató una voracidad con el gol apagada hasta entonces.
Los dos son los referentes del juego ofensivo de Barcelona y Real Madrid. Todo pasa por las apariciones de Leo, siempre desequilibrante en cuanto lanza una carrera, con una facilidad en el golpeo para hacer goles de todos los colores. Un futbolista increíble que es el castigo del Real Madrid. Karim llega en el mejor de sus momentos en la larga trayectoria que protagoniza con el conjunto madridista. En plena madurez de juego, hace mejores a todos sus compañeros y siempre con la mira preparada para definir con calidad.
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