En semifinales cuatro años después, los azulgranas esperan rival entre Liverpool y Oporto (con ventaja de 2-0 para los ingleses en la ida), con la misión de mantener el listón del fútbol español que, tras cinco años de hegemonía en la ‘Champions’, solo tiene un representante entre los ocho mejores de Europa.
A pesar de la ligera ventaja obtenida en Old Trafford (0-1), Messi y los suyos se plantaban en el Camp Nou escarmentados: tres años seguidos cayendo en cuartos, el último ante la Roma después de dejarse remontar en Italia el 4-1 obtenido en la ida.
El rival también invitaba a la prudencia. Aunque mediocre este año en la Premier League (6º), secuelas del mal inicio de temporada con José Mourinho en el banquillo, los ‘Diablos Rojos’ dirigidos ahora por Ole Gunnar Solskjaer venían de eliminar en octavos al París SG con una remontada a domicilio (0-2, 3-1).
Messi ahuyenta el fantasma romano
Solskjaer había advertido en la previa que su equipo debía crear ocasiones para contrarrestar el dominio mostrado por el Barça en Old Trafford y sus jugadores salieron con la lección aprendida.
Tardó solo 40 segundos el United en acercarse peligrosamente al arco de Marc-André Ter Stegen, con un disparo de Marcus Rashford al larguero después de un pase de Paul Pogba, la primera de varias incursiones inglesas al área azulgrana.
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Cuando los fantasmas de Roma empezaban a sobrevolar el Camp Nou y los recuerdos de la gesta de París vigorizaban los ánimos ingleses, apareció Messi para cumplir su promesa de darlo todo para traer la ‘Champions’ a Barcelona.
En el minuto 16, poco después de que el árbitro rectificara con la ayuda del VAR un penalti pitado a favor del Barça, el argentino sacó una de las clásicas jugadas de su libro de estilo: recuperación en el balcón del área, búsqueda de un hueco hacia el centro y disparo con la zurda al palo largo.
Cuatro minutos volvió a perforar la red con un chut lejano, esta vez con la derecha, más centrado y más blando, pero que encontró la colaboración del portero español David de Gea, a quien se le escurrió el balón por debajo.
Los dos goles de Messi, que acumula diez en la competición y 45 en toda la temporada, anestesiaron al United y desentumecieron al Barcelona que se hizo con el control absoluto del encuentro, especialmente en el segundo tiempo.
Un pase largo del argentino para Jordi Alba originó el tercer gol, un misil a la escuadra de un Coutinho muy participativo durante el encuentro.
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Alexis reaparece tras su lesión
Con media hora por delante, ni el Barsa, que dispuso de varias ocasiones claras, ni el United, que sacó toda su artillería con el chileno Alexis Sánchez y el belga Romelu Lukaku, consiguieron mover el marcador.
El chileno, que reaparecía después de su lesión en un estadio donde jugó tres temporadas, dispuso de la ocasión más clara con un cabezazo despejado por Ter Stegen cuando el balón parecía ya escurrirse dentro la red.
Aun así, la afición local pudo celebrar un gol más, el segundo del Ajax en Turín ante la Juventus de Cristiano Ronaldo, de ingrato recuerdo en el Camp Nou por su pasado madridista, que supuso eliminación italiana en el otro cruce de cuartos (victoria holandesa por 2-1).
Noche redonda pues para el Barça y para Messi que, con el título de Liga casi asegurado y clasificados para la final de la Copa del Rey ante el Valencia, puede centrarse plenamente en la competición europea para hacerse con la sexta ‘Champions’ del club y la quinta del argentino.
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