“Sabemos que la Fifa está prestando más atención al desarrollo del fútbol en China y considero que la cooperación China-Fifa es buena para el futuro. Gracias”, expresó Xi.
Infantino le dijo a Xi, un gran aficionado al futbol, que la Fifa desea ayudar a promover “una nueva era en el fútbol, no solo en China, sino en todo el mundo, porque el futbol no apasiona”.
El encuentro se produce en medio de numerosos indicios de que China podría postularse como sede de la Copa Mundial del 2030 o del 2034 en el marco de un plan del gobierno que apunta a dar protagonismo al país en este deporte.
Junto con una enorme expansión en la cantidad de academias, canchas de juego y técnicos, Xi se fijó el objetivo de transformar esta nación que nunca brilló en fútbol y darle una Copa Mundial para el 2050.
China jugó un solo mundial, el del 2002, y está última en su grupo de las eliminatorias asiáticas del mundial del año que viene tras empatar el martes 2-2 con Siria. Suma apenas seis puntos de 24 posibles y no tiene casi esperanzas de clasificarse.