La Uefa había iniciado el 6 de marzo de 2017 un proceso disciplinario contra Nasri, por una violación posible del reglamento antidopaje.
Este proceso disciplinario se centraba en “la utilización posible de un método prohibido”, como son las inyecciones de vitaminas.
El 21 de enero de 2017, Nasri hizo una demanda ante la Uefa para que le acordara de forma retroactiva una autorización para uso con fines terapéuticos (AUT) de este método.
Esta demanda fue rechazada por la Uefa el 7 de febrero de 2017 y el exjugador del Manchester City y del Sevilla apeló esta decisión ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), con sede en Lausana.
El TAS rechazó esta apelación el 15 de diciembre pasado, lo que permite a la instancia disciplinaria de la Uefa continuar el procedimiento que había sido suspendido.