La Federación Inglesa de futbol (FA) exigió explicaciones a ambos clubes por lo sucedido, ya que el colegiado del encuentro Michael Oliver no fue testigo del incidente y no lo reflejó en el acta del partido.
Los dos clubes tendrán hasta el miércoles para presentar alegaciones.
El diario The Guardian reveló que Arteta salió dañado de la pelea que estalló tras los reproches de Mourinho, y otros medios explicaron que otro miembro del equipo de Guardiola requirió también asistencia médica.
FA launch investigation into ugly Old Trafford tunnel row that left Mikel Arteta with a cut head https://t.co/PyWSjpNt8t
— Telegraph Football (@TeleFootball) December 11, 2017
Según las mismas fuentes, Mourinho se encaró con el portero brasileño del City, Ederson, y el delantero belga del United Romelu Lukaku también tuvo un papel protagonista en el altercado.
El Daily Mail y el Daily Telegraph aseguraron que Mourinho fue rociado con agua y leche por los jugadores del City y que una botella de plástico acabó alcanzándole en la cabeza.
Ni Guardiola ni Mourinho, que comparten una larga historia de tensiones y enfrentamientos que se remonta a su época de entrenadores del Barsa y el Real Madrid, respectivamente, se refirieron al incidente en sus conferencias de prensa.
A once puntos del City
La victoria del City, gracias a los tantos del español David Silva y el argentino Nicolás Otamendi, sentenció prácticamente la Premier League al colocar a este equipo 11 puntos por encima del segundo clasificado, el United.
El partido llegó con los ánimos caldeados por unas declaraciones previas de Mourinho acusando a los jugadores del City de tirarse con demasiada facilidad y asegurando que Guardiola disfruta de un trato de favor porque a él no le hubieran permitido hacer reivindicaciones políticas en los partidos (el catalán lleva un lazo amarillo pidiendo la libertad de los independentistas catalanes presos).
“Hemos ganado porque fuimos mejores. En todos los aspectos, fuimos mejores”, dijo Guardiola al término del encuentro del domingo.
“El City es un muy buen equipo, pero está protegido por su suerte y por los dioses del futbol”, dijo por su parte el entrenador portugués.
El incidente de Old Trafford trajo ecos de la famosa Batalla del Buffet, como se la conoce en Inglaterra, que estalló al término del partido que el United ganó al Arsenal en 2004, y en la que el centrocampista español Cesc Fábregas acabó lanzándole una pizza al entrenador del United, Alex Ferguson.