Cahill apareció en el aeropuerto de Melbourne con una bolsa de hielo alrededor de su maltrecho tobillo. Aseguró que creía que podía tener alguna oportunidad de jugar con la selección de Australia, pero que no podía prometer nada al respecto.
“Hemos tomado una decisión calculada y si sale es fantástico. Conocemos la situación y estoy listo para intentarlo. Es lo que importa”, señaló Cahill, quien admitió que cree que merece la pena arriesgar porque “es probablemente una de las semanas más importantes para el fútbol australiano”.
El delantero señaló que está haciendo todo lo posible para reducir la inflamación del tobillo después de haberse sometido a una resonancia magnética el pasado sábado que descartó rotura alguna.
“Tengo 20 años de experiencia en lesiones jugando al más alto nivel. Se puede acelerar el proceso trabajando casi las 24 horas. Incluso cuando voy andando por los aeropuertos lo hago con bolsas de hielo en el tobillo y en el avión también tendré máquinas. Conozco mi cuerpo. El mes que viene (6 de diciembre) cumpliré 38 años. Por eso sigo jugando”, dijo.
Habrá que esperar a su llegada y a la evolución para conocer si finalmente el delantero titular australiano puede participar en este encuentro de ida frente a Honduras en el repechaje rumbo a Rusia 2018, en el que no estarán por sanción Mark Milligan y Mathew Leckie por suspensión y Robbie Kruse por lesión.
En cambio, la Federación Australiana y la Hondureña han recibido la comunicación de la Fifa de que se eliminan las cartulinas amarillas de la fase de clasificación y los 'advertidos' para la vuelta si hubiesen visto otra afrontan 'limpios' de tarjetas este encuentro.
Honduras tiene sancionados por acumulación de amarillas al defensa Maynor Figueroa y al delantero Alberth Elis, quienes no podrán jugar este 10 de noviembre el partido de ida.