Confinados en los cuatro rincones del planeta, las estrellas del balón, los grandes activos para las empresas en busca de notoriedad, se ven incapaces de sudar la camiseta para los patrocinadores de sus clubes o de sus selecciones.
Peor aún: sin partidos por televisión, las marcas que se anuncian en las camisetas de los equipos o en las pantallas publicitarias de los estadios se han quedado sin escaparate donde exhibir sus logos ante millones de telespectadores.
Una situación que ha llevado a algunas firmas a planearse sus estrategias en un contexto de gran crisis económica. En el West Ham inglés no ha hecho falta esperar y uno de sus grandes patrocinadores, la empresa de servicios financieros Basset & Gold acaba de declararse en quiebra.
Para las compañías del sector de la aviación y de la hostelería, afectadas de lleno por la crisis, ha llegado el momento de replantearse sus estrategias. AFP