El delantero de 33 años, que no es convocado por la selección francesa desde octubre de 2015, pero que continúa destacando en el Real Madrid, se arriesga a recibir una pena de hasta cinco años de prisión y 75.000 euros (88.300 euros) de multa en este caso, donde otras cuatro personas son también acusadas de tentativa de chantaje.
“Voilà enfin vamonos, que la mascarade s’éteigne pour toujours” (Ya está, al fin, vámonos, que la mascarada se apague para siempre), reaccionó Benzema en Instagram al conocer la noticia.
Karim Benzema está acusado de haber incitado a Mathieu Valbuena, de 36 años y actualmente con contrato con el club griego Olympiakos, a pagar a chantajistas que amenazaban con hacer público un video íntimo del jugador.
La acusación se centra en particular en una conversación de octubre de 2015 entre ambos futbolistas en Clairefontaine, el centro de entrenamiento de la selección francesa de fútbol, en la que Karim Benzema habría explicado poder “presentar a alguien de confianza” a Mathieu Valbuena, según la audición de este último, para ayudarle “a controlar” la posible publicación de ese video comprometedor.
“Cuidado Math, son grandes, grandes delincuentes”, habría prevenido el jugador del Real Madrid. Una manera “de ayudar” a su compañero, explicaría después Karim Benzema, mientras que Mathieu Valbuena confesaría haber tenido la “impresión de ser tomado por idiota”.
Ahora, la justicia determinará si esta conversación se circunscribe a un consejo de amigo o a una presión delictiva.
El exinternacional francés Djibril Cissé, que también fue cuestionado en este caso en un determinado momento, fue absuelto en enero.
Cuando Karim Benzema fue enviado al tribunal correccional de Versalles en enero, su abogado Sylvain Cormier había denunciado un “ensañamiento” y “una decisión tan absurda como previsible”.
Para el abogado de Mathieu Valbuena, Paul-Albert Iweins, se trata de “la continuación lógica de instrucciones, que ha perfectamente establecido la participación de diferentes personas”.
– Fichero en el móvil –
El caso comienza cuando Mathieu Valbuena cambia de teléfono móvil y confía en un tal Axel Angot, también entre los acusados, para que le transfiera los ficheros de un aparato a otro.
Entre los documentos, se encuentra un video de carácter sexual del centrocampista.
En junio de 2015, Valbuena presenta una denuncia tras una llamada anónima que le propone un “arreglo” para evitar la difusión del video.
Axel Angot y otro hombre, Mustapha Zouaoui, son sospechosos de querer hacer pagar a Mathieu Valbuena. Para este caso, los dos hombres, que gravitan en el fútbol marsellés, contactan a Karim Zenati, un amigo cercano a Karim Benzema.
Tras su conversación con Mathieu Valbuena en Clairefontaine, Karim Benzema llama a su amigo Karim Zenati y le explica: “no nos tona en serio”. Un “nos” que, según la acusación, muestra que Karim Benzema “se incluye” en el chantaje a su compañero en los Bleus.
Al teléfono, los dos hombres, parecen burlarse de Mathieu Valbuena, con Karim Benzema afirmando que “le lanzarán tomates” si el video es difundido.
“Nosotros estamos para arreglarlo, si él quiere, lucha con pirañas”, explica Karim Zenati. “Le van a mear encima”, responde Karim Benzema quien, en otra conversación con su amigo calificará a su compañero de “miedica”. Un apodo “amistoso”, explicará después.
A lo largo del proceso, la defensa intentó hacer anular la investigación. Los abogados se basaban sobre todo en la actuación de un policía que se hizo pasar por un intermediario de Mathieu Valbuena y había, según ellos, empujado a los protagonistas del caso a cometer una infracción.
Tras varias decisiones contradictorias, el Tribunal de casación decidió en diciembre de 2019 que los métodos del policía eran legítimos.