El primer tanto lo firmó Mandzukic con una de las artes futbolísticas que mejor domina, el remate de cabeza. El croata remató a gol un centro de Stefano Sturaro.
Cinco minutos después, en el 74, el argentino Paulo Dybala, procedente del Palermo, remataba a gol un pase del francés Paul Pogba y sentenciaba el primer título del año para la Vecchia Signora.
El encuentro, que se disputó en tierras asiáticas, se vio perjudicado por el horrible estado del césped, “escandaloso e indigno para este tipo de partido”, según los comentaristas italianos, además del fuerte viento, que evitó que los jugadores pudieran ofrecer un buen espectáculo.
Se trata de la séptima Supercopa para el conjunto juventino, todo un récord.