Webb, Burzaco y Margulies confesaron en noviembre pasado su responsabilidad en varios cargos que se les imputaban tras un acuerdo con la fiscalía y aceptaron devolver a las autoridades estadounidenses millones de dólares de dinero mal habido.
En la transcripción de 38 páginas de la audiencia en la que el exvicepresidente de la Fifa y exvicepresidente de la Concacaf, Webb, se declaró culpable de siete cargos, el acusado admite delitos de asociación ilícita, conspiración para cometer fraude y conspiración para lavado de dinero.
“Abusé de mi posición para enriquecerme de manera personal a través de varias formas”, dice Webb, explicando su “influencia en el otorgamiento de derechos comerciales de torneos de futbol organizados por la Concacaf” (la Confederación de América del Norte, Central y el Caribe).
Webb indicó haber cobrado sobornos para entregar a una compañía de marketing deportivos los derechos comerciales de partidos clasificatorios para los Mundiales de 2018 y 2022, así como para la Copa Oro, Liga de Campeones y torneo de clubes de la Concacaf.
Webb fue detenido en Suiza el 27 de mayo y fue el primer extraditado a Estados Unidos el 15 de julio. Actualmente se encuentra liberado bajo fianza de US$10 millones y ya aceptó devolver casi siete millones. Su sentencia se conocerá el 3 de junio.
También confesó haber aceptado sobornos “en conexión con la venta de derechos comerciales de la Copa América Centenario”, que se celebrará en junio próximo en Estados Unidos.
Más de diez años de sobornos
En la confesión del argentino Alejandro Burzaco, exdirector Torneos y Competencias, el acusado dejó constancia que la empresa pagaba sobornos ya antes de su llegada a la compañía en 2005 y que, informado de ello, acordó “tener un papel activo en el esquema de sobornos”.
“Lamento la decisión. Estaba equivocado”, dijo al juez, según la transcripción de 36 páginas, en la que precisa que durante los diez años siguientes, hasta 2015, pagó sobornos a “múltiples responsables de Conmebol y Fifa” para “obtener y mantener los derechos comerciales de varios torneos”.
Burzaco enumeró la “Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Copa América, las ediciones 2018, 2022, 2026 y 2030 de la Copa del Mundo, y varios partidos amistosos”, y admitió haber pagado “decenas de millones de dólares” a dirigentes de esas organizaciones.
“Torneos (ndlr: y Competencias) y yo aprovechamos esos pagos directa e indirectamente garantizando esos derechos en una compañía de la cual Torneos era accionista. Esa compañía fue capaz de comercializar y Torneos fue capaz de producir de manera exitosa los torneos cubiertos por esos derechos”, señaló en otro momento de la audiencia.
Tras pasar unos días prófugo, Burzaco se entregó a la policía italiana el 10 de junio y tras ser extraditado a Nueva York, fue liberado bajo una fianza de US$20 millones.
Sentencia en dos meses
Al declararse culpable de tres cargos por asociación ilícita, conspiración de fraude y conspiración de lavado de dinero, aceptó devolver más de US$21 millones. Su sentencia se conocerá el 24 de junio próximo.
En cuanto al brasileño José Margulies, intermediario que facilitó pagos ilícitos de empresas de mercadeo a dirigentes deportivos, en su confesión al juez detalló su papel para transferir dinero de sobornos de Torneos y de Traffic, otra compañía de maketing deportivo envuelta en el escándalo y que se declaró culpable.
Liberado bajo fianza de US$10 millones, Margulies se declaró culpable de cuatro cargos y aceptó devolver más de nueve millones de dólares. Su sentencia se sabrá también el 24 de junio.
En total, las causas abiertas en Estados Unidos por el escándalo de corrupción en la Fifa, que estalló en mayo de 2015 y tuvo una segunda oleada de acusaciones en diciembre, incluyen a 40 personas, la mayoría altos dirigentes del futbol del continente americano, y dos compañías de marketing deportivo.
Quince individuos se han declarado culpables, aceptando cooperar con la fiscalía a cambio de una posible reducción de la pena, y 25 son actualmente juzgados.