“No puedo desmentir algo que no he hecho”, añadió el miembro de la Familia Real de Baréin que anunció el lunes su candidatura para suceder a Joseph Blatter.
“Tales acusaciones no son solo perjudiciales, son también muy dolorosas. Hay gente con un plan en mente”, añadió sin precisar.
El jeque Salman, de 49 años, era presidente de la Federación de Baréin en 2011 cuando varias personas murieron durante la represión de las manifestaciones de opositores reclamando reformas políticas. Organizaciones de defensa de los derechos humanos acusan al jeque Salman de haber ayudado a la identificación de jugadores implicados en estas manifestaciones.
Apoyado por la Confederación asiática, el jeque Salman aparece como uno de los candidatos mejor colocado para suceder a Blatter en las elecciones del 26 de febrero.
Aseguró que en caso de elección no pedirá un salario y repitió la intención de recuperar la imagen de la FIFA, sacudida por los escándalos de corrupción alrededor de la instancia.
“Con el apoyo que recibo, podemos rectificar la situación rápidamente”, aseguró a la BBC.
“Tenemos grandes ejemplos de organización en el mundo del futbol, la Premier League, la Bundesliga, incluso la UEFA, que no tienen la importancia de la FIFA en el punto de vista financiero ni deportivo, pero que funcionan de manera muy profesional. Eso es lo que queremos hacer en la FIFA”, concluyó.