Esa aureola de estrella lentamente comenzó a perder valor tras una buena primera temporada en el Real Madrid, en la que fue exaltado en el once ideal de la Liga 2014-2015, siendo el mediocampista con más goles y asistencias del torneo.
La felicidad en su rostro se desdibujó con la llegada de Zinedine Zidane al banquillo en 2016 y una serie de lesiones que terminaron postrándolo malhumorado al banco de suplentes, mientras ‘Zizou’ comenzaba a armar su equipo sin el ’10’ cafetero.
El Bayern Múnich apareció en 2017 como una buena alternativa para impulsar nuevamente la carrera de James, una cesión por dos temporadas con opción de compra por 42 millones de euros, 38 millones menos que lo que le costó al Madrid.
‘Danke’ Bayern
En su primera temporada con los bávaros alcanzó números destacados, pero las lesiones siguieron mortificándolo, incluso le amargaron el Mundial de Rusia-2018, donde apenas pudo jugar un partido completo de cuatro que disputó el seleccionado.
Tras la Copa del Mundo y el desembarco de Niko Kovac en el Bayern, James perdió notoriedad en Múnich, y la interminable cadena de molestias en las rodillas y los gemelos colmaron la paciencia del entrenador, que desistió de utilizarlo, ofreciéndole pocas chances este año.
Lo inevitable estaba por venir: el Bayern le dijo al Real Madrid “no va más”. Ahora los merengues le buscan una salida a quien habían fichado como esperanza y hoy ven como un problema a resolver.
El Nápoles de Carlo Ancelotti podría ser su siguiente destino, pero la altísima ficha del colombiano, próximo a cumplir 28 años, genera dudas en las arcas de Aurelio De Laurentiis.
La Copa América cae como anillo al dedo para James, no sólo para sumarle minutos a sus piernas sino como una inyección anímica que, quizás, llegue a estimularlo para parecerse a aquel que en estas mismas tierras supo meterse al mundo en el bolsillo.
Un triunfo que da confianza. Ahora a pensar en la Copa América. La afrontaremos motivados y con mucha ilusión.🇨🇴 pic.twitter.com/XTcNLwgBKD
— James Rodríguez (@jamesdrodriguez) June 10, 2019
Un Tigre sin caducidad
La temporada de Falcao con el AS Mónaco estuvo cargada de puro sufrimiento, sobre todo en este último semestre. El descenso estuvo rondando el Principado durante varios meses y sólo hasta la última fecha pudo respirar tranquilo.
Con 36 puntos, a dos de la zona de promoción del descenso, que le correspondió al Dijon -salvó la categoría al vencer al Lens-, estuvo el club monegasco. Apenas tres puntos más que el Caen y nueve sobre el Guingamp, ambos descendidos.
Toda esta novela de terror tuvo al club al borde de un ataque de nervios, y pese a ello, el ‘Tigre’ rugió con fuerza anotando 15 goles en la campaña, terminando quinto en la tabla de artilleros, apenas superado por Cavani y Neymar, que fueron tercero y cuarto.
Falcao, con 33 años y un Mundial (2018) encima, mantiene su rugido con buen tono.
El ‘Tigre’, que no estuvo en la Copa del Mundo del 2014 por una grave lesión de rodilla que lo llevó a maltraer, está en la última etapa de su destacada trayectoria.
Y tras palidecer en Francia con un equipo casi desahuciado, la Copa América se ofrece como una ventana para cerrar en lo más alto una carrera que se acerca al ocaso.
Seguimos trabajando fuerte. pic.twitter.com/UONtTu8unb
— Radamel Falcao (@FALCAO) June 12, 2019
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