El Espanyol entró al Santiago Bernabéu con el propósito de replegarse en su área y tirar alguna contra que le diera la oportunidad de inquietar al Real Madrid. Por otra parte, es una táctica que le hace daño a los blancos cuando éstos malgastan oportunidades, como suele ser el caso.
Lo cierto es que la primera mitad fue un monólogo local, pero el anfitrión sólo pudo rentabilizar su dominio con un gol. Ocurrió a los 30 minutos, cuando Cristiano Ronaldo asistió a Isco para que el pequeño centrocampista marcara con la puntera.
Más cerca del empate, pero…
Lo curioso es que el Espanyol pudo empatar justo antes del descanso. Con media ocasión se le puede hacer gol al Real Madrid. Esta vez erró Casemiro en un despeje y Gerard Moreno estrelló el balón en el palo. Al Santiago Bernabéu le cuesta ver partidos sin sustos.
El Espanyol cambió tras el descanso. Pasó a jugar con dos delanteros, Leo Baptistao y Sergio García, y el Real Madrid no supo defender su posesión. Tampoco vigilar sus espaldas. Lo curioso es que cuando peor estaban los blancos, más fácil les resultó encontrar el gol.
El equipo de Zidane sentenció a los 71 minutos en un contraataque letal que resolvió con una asistencia de Marco Asensio para que Isco completara su doblete gracias a un preciso disparo. El centrocampista malagueño salvó a los blancos de un problema.
Ahí acabó el encuentro y el Real Madrid consiguió su primer triunfo en casa en la Liga española después de tres tropiezos consecutivos. Fue de más a menos durante el partido y la victoria le sirvió para no alejarse todavía más del Barcelona.