Eso se debe a que la Copa del Mundo 2022 se llevará a cabo en Catar en noviembre y diciembre, por lo que la Copa Confederaciones causaría una seria alteración al calendario de equipos si mantiene su periodo tradicional un año antes del torneo más importante del fútbol a nivel mundial.
Infantino agregó que los funcionarios de la FIFA discuten cuestiones como “¿Lo deberíamos jugar en junio? ¿Deberíamos jugarlo en noviembre? ¿Deberíamos pensar sobre el formato?” Agregó que “estamos poniendo todo sobre la mesa”.
El año pasado, el entonces secretario general de la FIFA Jerome Valcke dijo que el torneo de 2021 sería sacado de Catar y se jugaría en cualquier otro lugar de Asia. Sin embargo, no queda claro si ese plan sigue vigente una vez que Valcke fue suspendido del fútbol este mismo año.
Buscan quitarse la etiqueta
Pese a contar con muchas de las mejores selecciones del mundo —con los campeones de FIFA de los seis continentes, además del ganador de la Copa del Mundo y el país anfitrión del siguiente Mundial— la Copa Confederaciones ha batallado para crearse una identidad distinta más allá de ser meramente una prueba para las instalaciones a usarse en la Copa del Mundo.
El técnico alemán Joachim Loew planea dejar fuera de la Confederaciones del año próximo a varias de sus estrellas del pasado Mundial para centrarse en sus jugadores jóvenes, pero Infantino insistió que eso no devaluará el torneo.
“Estoy seguro que Joachim Loew y su equipo… toman la Copa Confederaciones muy, muy en serio”, indicó Infantino.