Las ganas no faltaban pero, las posibilidades de aún encontrar entradas para la gran final, eran escasas. Aún así, la esperanza nunca dejó de existir en el corazón de Luis Pedro y agotó su última “chance” para poder viajar a la tierra de Gareth Bale.
El destino estaba escrito
Por azares del destino, el miércoles de la semana pasada conoció a una persona quien tenía un contacto especial que vendía entradas para Cardiff y, pese a que era una misión casi imposible, logró comprar tres de las últimas cuatro que quedaban disponibles.
“Fue algo loco”, recuerda Luis, fiel aficionado del Real Madrid. “Todo resultó ser espontáneo, me siento como un niño viajando a Disneyland por primera vez, no me lo puedo creer”.
“Es un sueño hecho realidad, siempre miraba las finales por la televisión y el sólo saber que estaré viendo a mi equipo favorito (el Real Madrid) jugando una final de Champions y poder hacer historia con la duodécima, es motivo para sentirme agradecido con la vida”, añade Rodas, quien además llevó a su padre y hermano a la histórica final entre italianos y españoles.
Amor por la “Juve”
Además de Luis Pedro, hay otro par de guatemaltecos que hicieron el viaje hasta tierras galesas para el duelo que paralizará al mundo. Joaquín Cabrera y Luisa de Cabrera, dos connacionales fieles a los colores de la Juventus, apoyarán a los dirigidos por Massimiliano Allegri en Cardiff.
Ambos vivirán en carne propia lo que siempre soñaron: presenciar una final de Champions League. ¿Y qué mejor que alentar en pareja al equipo de sus amores? Sin duda, una final soñada para todo amante del buen futbol.