En la temporada 2017-2018, por ejemplo, a falta de 12 encuentros el campeón del mundo con Francia había sido sustituido en 8 ocasiones. En la 2016-2017 había sido cambiado 9 veces; en la 2015-2016 llevaba 8 cambios y en la 2014-2015 había acumulado 15.
En el pasado curso, en cambio, Simeone solo lo había sustituido en 3 partidos. La media indica que el francés sumó 8,6 cambios durante las 26 primeras jornadas de Liga a las órdenes del entrenador argentino. En este mismo momento del curso, entre Ernesto Valverde y Quique Setién lo han sentado 10 veces en el banquillo del Barça después de empezar de titular.
Por otra parte, en la faceta goleadora de Griezmann con el Barça se observa una disminución respecto a su aportación en el conjunto colchonero.
Ground Check ✅✅ and Takeoff, with @mterstegen1 ✈️ pic.twitter.com/qTnEj88dCK
— FC Barcelona (@FCBarcelona) March 5, 2020
Esta temporada lleva 8 goles en LaLiga y a estas alturas del curso anterior con el Atlético de Madrid sumaba 12; en la 2017-2018 llevaba 15; en la 2016-2017 acumulaba 12 y en la 2015-2016 había marcado 13, uno menos de los que presumía en la 2014-2015, en la que hizo 14. La media es de 13,2 goles en las primeras 26 jornadas durante su etapa como delantero colchonero.
El rendimiento de Griezmann en el Barça no está siendo el esperado. Superada la mitad del curso, aún no se ha adaptado a los automatismos del equipo catalán y su conexión con Leo Messi no ha acabado de fluir. Además, se le recrimina su poca participación en el juego.
Así, no ha sorprendido demasiado que Quique Setién decidiese cambiar al delantero francés en los dos últimos partidos del Barça, los trascendentes encuentros ante el Nápoles (marcó el gol del empate) y el Real Madrid, aunque también fue sustituido en el partido anterior ante el Eibar, con el encuentro ya resuelto.
En ambos casos abandonó el terreno de juego para dar entrada a Ansu Fati, considerado la nueva joya de la cantera azulgrana. Ante el equipo italiano la sustitución tuvo lugar en el minuto 87 y, en el Clásico, en el 81.
De todas maneras, el aficionado culé no está acostumbrado a que sus entrenadores cambien las estrellas de la delantera en los partidos vitales. Sobre todo si el marcador es ajustado. Leo Messi y Luis Suárez han sido intocables en estos casos.