Este 5 de octubre, cuando se enfrenten Argentina y Perú en La Bombonera, la situación será diferente: la escuadra de Lionel Messi llega con la moral baja, presionada, quinta en la tabla y en zona de repesca. Tras empatar 1-1 con Venezuela, está obligada a ganar. Pero es Argentina.
Perú, en cambio, se encuentra en su mejor momento de los últimos 20 años: venció (2-1) a Ecuador en Quito por primera vez en su historia y se colocó en el cuarto lugar, zona de clasificación directa.
Un detalle: Perú no pisa una Copa del Mundo desde España 1982, cuando 'Naranjito' era la mascota, el Muro de Berlín aún no caía y la mayoría de sus actuales jugadores ni siquiera había nacido.
Otro detalle: Pese a poner a Argentina en México-1986, Gareca no fue convocado a esa selección que luego sería campeona del Mundo. Este sería su primer Mundial.
Sacrificar “vacas sagradas”
El 'Tigre' Gareca le devolvió el hambre de triunfo a un equipo que sólo acumulaba decepciones por décadas. Claro que, en esta ocasión, ayudó la quita de puntos a Bolivia por alinear irregularmente a un jugador.
Resucitó el juego colectivo y el toque sabroso al ras que le sale bien a los peruanos.
El profesor Ricardo Gareca da indicaciones en la práctica. pic.twitter.com/uwNBdQZONv
— Selección Peruana 🇵🇪 (@SeleccionPeru) September 28, 2017
Para el periodista deportivo Ricardo Montoya, Gareca debió sacar a las viejas glorias de su lista y apostar por un recambio de generación. En el camino se quedaron los históricos Claudio Pizarro y Juan Vargas.
“Este equipo no pierde sin combatir. Perú jugando bien o jugando regular, pelea por un resultado. Esa es una virtud que ha dado Gareca”, dijo el seleccionador.
“Gareca ha encontrado un once base al que le dio una confianza especial y con los que maneja códigos”, explicó el comentarista de Teledeportes de Panamericana TV.
“Nos toca con Argentina que es un equipo bravísimo, pero colectivamente no le ha ido muy bien, así que no hay que subestimar nada”, comentó.