El contrato del futbolista con el vigente campeón de la Liga alemana de futbol vence a final de esta temporada y el galo no pierde ocasión para reivindicarse como esencial en el conjunto dirigido por Jupp Heynckes.
“Mi presencia es muy importante para el equipo, para el ánimo. No se trata solo de las jugadas en el campo”, recalcó.
El francés llegó al Bayern Múnich en la temporada 2007-2008, con lo que este año cumplirá once años jugando para el equipo alemán.
Durante ese tiempo Ribéry ha conseguido ganar siete veces la Bundesliga, 5 la Copa de Alemania, una vez la Copa de la Liga Alemana y 4 veces la supercopa.
En el plano internacional ganó la Champions League, el mundial de clubes y la SuperCopa de Europa en el 2013.
Sufrió por cicatríz
Además, el exinternacional francés ha hecho referencia recientemente en un documental a una parte de su infancia que le causa mucho dolor, esto por la cicatríz en el rostro que se produjó en un accidente de tránsito cuando tenía apenas dos años.
Ribery nunca conoció a sus padres biológicos, cuando era bebé fue abandonado en la puerta de un convento y a los dos años su cabeza se estrelló contra el parabrisas de un automovil, por lo que recibió 100 puntos de sutura.
Dicho incidente marcó su vida y asegura que forjó su carácter. “Eso fue lo que me dió este carácter y esta fuerza, porque cuando eres niño y tienes una cicatríz como esta no es fácil. La forma en la que las personas te ven, las críticas… mi familia sufrió por eso” asegura Ribéry en dicho documental.