Pérez endureció su mensaje ante la masa social, que en una sesión que se prolongó durante cuatro horas y media aprobó por aclamación poner su nombre a la Ciudad Deportiva del club y nombrar presidente de honor a José Martínez “Pirri”, el cuarto que ocupará este cargo que ostentaron hasta su muerte de Amancio Amaro, Paco Gento y Alfredo Di Stéfano.
También respaldó por amplia mayoría las cuentas del club -843 millones de euros ingresos en la temporada 2022-2023- y autorizar a la directiva a endeudarse en hasta 370 millones de euros por 30 años para hacer frente al aumento del presupuesto de la remodelación del Santiago Bernabéu.
“La situación del club va a permitir una financiación en condiciones ideales”, dijo Pérez, que fue contundente al denunciar actuaciones gravísimas de LaLiga que pretenden “atentar” contra los intereses del club y expropiar su patrimonio, además de apropiarse de sus derechos audiovisuales y negarle el acceso a su contabilidad.
El presidente justificó ante esta situación las acciones legales emprendidas por el club contra la patronal, que también trató de intervenir en la nueva Ley del Deporte de 2022, según dijo, para “expropiar el patrimonio económico del Real Madrid en favor de LaLiga para tener potestad para imponer sanciones a presidentes de clubes e incluso inhabilitarlos”.
Tras confiar en que la Federación Española de Fútbol (RFEF) culmine con éxito el proceso de regeneración que lleva a cabo para recuperar su prestigio, Florentino Pérez pidió la intervención del Gobierno para regenerar también las estructuras del estamento arbitral y el VAR.
“Vino para mejorar el fútbol. La realidad es que nadie sabe quién traza las líneas y cómo las trazan. No se ve momento exacto del pase y está generando más dudas sobre el arbitraje español. Confío en que actúe el Gobierno de España y tome medidas necesarias para regenerar de una vez por todas las estructuras del estamento arbitral de nuestro país. Es muy urgente por el bien de nuestro fútbol, porque la credibilidad de nuestras competiciones está muy degenerada”, aseguró.
En el centro de sus críticas estuvieron también la UEFA, con su rechazo frontal a la Superliga, a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie a favor del proyecto el próximo 21 de diciembre y contra el monopolio de la UEFA, y el FC Barcelona por el caso “Negreira”.
“No es lo más adecuado intentar justificar algo tan grave atacando a los principales perjudicados. Mi reflexión al nuevo concepto de madridismo sociológico es precisar que lo correcto sería referirse a la existencia de un madridismo sociológico universal, porque existe”, afirmó.
En su opinión, el Real Madrid es el club “más querido del mundo, por su excelencia, compromiso, respeto, universalidad y valores con los que se identifican millones de aficionados que representó como nadie Santiago Bernabéu, un adelantado a su tiempo, que creó el mejor estadio del mundo para los mejores jugadores”.
En el lado opuesto a los reproches, Pérez recordó las 25 Copas de Europa ganadas entre fútbol y baloncesto, éste la temporada pasada, que convierten al Real Madrid en “el mejor club del mundo y de la historia, y destacó las últimas incorporaciones como la del inglés Jude Bellingham, al que a sus 20 años ya ve como “uno de los mejores del mundo”, llamado a “marcar una época”.
“Debemos estar contentos porque tenemos una plantilla fruto de la estrategia de hace años con la que conquistamos muchos éxitos. Mezcla de leyendas y jóvenes talentos que ya forman parte de la élite del fútbol, generan ilusiones y esperanzas”, subrayó, una vez hecho un reconocimiento a la figura del francés Karim Benzema, ahora en el fútbol árabe.
La gesta de la selección femenina, que “ha cambiado la historia” después del título ganado en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, donde se congregaron 15 jugadoras del Real Madrid, fue otro de los mensajes transmitidos por Florentino Pérez, que, admitió, no está “preparado psicológicamente para ver su nombre en la puerta de la ciudad deportiva”, como acordaron los socios por aclamación y con una amplia ovación.