En un fallo histórico, la Conmebol decidió que el partido de vuelta de la final de la Libertadores entre River y Boca, suspendida el 24 de noviembre por incidentes en los alrededores del estadio Monumental, no se podía disputar en Buenos Aires y determinó que se juegue en el Santiago Bernabéu, estadio del Real Madrid.
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La determinación causó el enojo de miles de hinchas de River, que el domingo concurrieron al Monumental en la victoria por 3-1 sobre Gimnasia para cantar contra la barra brava, la Conmebol y contra el presidente de Argentina, Mauricio Macri, reconocido seguidor de Boca.
Te amamos para siempre, Marcelo Daniel Gallardo. pic.twitter.com/qWP2O8OBvI
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“Los únicos que podemos defender a los hinchas somos nosotros, dentro de la cancha. Este grupo (de jugadores) los va a representar de la mejor manera, para darles la alegría que se merecen porque les quitaron la posibilidad de vivir una fiesta”, añadió el técnico de River, que no podrá dirigir en la final por estar suspendido por la Conmebol.
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“Todo lo que sea desilusión, decepción y bronca, todo eso existió y va a seguir existiendo, pero solo puedo reemplazar eso con energía y enfocarme en trabajar, tenemos que enfocarnos en este partido y lo vamos a hacer. Esto es lo único sincero que va a tener este partido”, declaró Gallardo.
El entrenador insistió en que “perdimos la localía. Con todo el panorama como está, la fuerza interior que tiene este plantel va a resurgir el domingo. Hemos perdido mucho, y ahora tenemos mucho para ganar, y así nos vamos a preparar”.
“A todos nos han tocado el espíritu, a los genuinos hinchas de River, a nuestra institución. Siempre que sufrimos un golpe duro nos hemos recuperado, y lo mismo haremos ahora”, amplió con optimismo el técnico del equipo millonario.
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