La FIFA, organizadora del torneo disputado en Australia y Nueva Zelanda, había guardado silencio hasta el momento, tras tres días de críticas, entre ellas las del presidente español Pedro Sánchez, la Liga Profesional de Fútbol o el sindicato internacional de jugadores FIFPro.
Pero este jueves se pronunció: “Estos hechos podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA“.
Condena firme
“La FIFA reitera su compromiso absoluto con el respeto a la integridad de todas las personas y por lo mismo condena con el mayor vigor todo comportamiento en contrario“, señaló la institución en un comunicado, precisando que “no ofrecerá más información sobre este procedimiento disciplinario hasta la adopción de una decisión final sobre el mismo”.
La comisión disciplinaria de la institución con sede en Zúrich no podrá decidir sobre la continuidad de Rubiales al frente del fútbol español, que se reúne el viernes en una asamblea general extraordinaria de la RFEF.
En las imágenes de televisión del podio en el estadio de Sídney el domingo, justo después del título de España, se ve a Luis Rubiales sujetar la cabeza de la atacante Jennifer Hermoso con sus dos manos, antes de besarla inesperadamente en la boca.
Desde ese momento las críticas se han multiplicado desde todos los ámbitos a nivel mundial y la permanencia de Rubiales en el cargo se antoja cada vez más difícil.
Desde el inicio del caso, la jugadora sólo se había expresado en dos ocasiones: una primera vez en un directo de Instagram en el que de forma espontánea afirmó sonriendo: “¡No me ha gustado, eh!”, a propósito de ese beso.
Un poco después, en declaraciones transmitidas a la prensa por la RFEF -cuestionadas por algunos medios-, la jugadora explicaba que se trató de “gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial“.
El miércoles la jugadora anunció en un comunicado que dejaba encargarse de su defensa a su sindicato, Futpro, que pidió “medidas ejemplares” contra Rubiales.
Futpro solicitó por su parte a la RFEF, presidida por Rubiales, que “vele por los derechos de nuestras jugadoras“.
Ancelotti también levanta la voz
Rubiales, que en un principio llegó a insultar a quienes le criticaban, pidió perdón horas después en un vídeo. “Hay un hecho que tengo que lamentar y es lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado”, afirmó.
La entrada en liza de la FIFA complica el futuro de Rubiales, en el momento en el que España, junto a Portugal y Marruecos, opta a la organización del Mundial de 2030, que será atribuido el próximo año.
Antes de la publicación del comunicado de la FIFA, el técnico del Real Madrid Carlo Ancelotti, una voz de peso en el fútbol mundial, condenó el gesto de Rubiales.
“Es un tema delicado. Es un comportamiento que no me ha gustado. No es algo que deba hacer un presidente“, dijo Ancelotti en rueda de prensa.