Tres semanas antes del Mundial de Rusia una foto dio paso a la polémica: los internacionales alemanes Mesut Özil e Ilkay Gündogan, ambos de origen turco, posaron con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Los dos jugadores recibieron multitud de críticas, lo que llevó a Özil a anunciar su renuncia a la Mannschaft, denunciando ser víctima del “racismo y de la falta de respeto”.
El presidente de la Federación Alemana (DSF) Reihnard Grindel insistió en que la política debía quedar al margen del futbol, pero el contexto enrarecido no desapareció durante la campaña por organizar la Eurocopa.
No obstante, en su informe de valoración de la candidatura alemana, destaca un dosier “de muy alta calidad” y una visión basada en la idea de que “el fútbol puede unir a la sociedad”.
Con 10 estadios ya construidos, el país estaría capacitado de sobras para organizar los 51 partidos del torneo y acoger a los 2,7 millones de espectadores previstos.
Crisis económica y derechos humanos
Al mismo tiempo, si bien la UEFA estima que la candidatura turca “se adecúa a los objetivos a largo plazo de la UEFA”, la instancia no deja de mostrar su preocupación por la degradación de los derechos humanos y la situación económica del país.
“La ausencia de un plan de acción en el ámbito de los derechos humanos despierta inquietud”, según la UEFA, que añade que “no se ha presentado ningún proyecto específico en relación con la Eurocopa para asegurar la protección de los derechos humanos”.
Turquía es “firmante de los tratados relativos a los derechos del Hombre y los respeta”, respondió a la AFP Servet Yardimci, vicepresidente de la Federación Turca de Futbol (TFF), para quien “es ya la hora” de que Turquía, que presenta candidatura por cuarta ocasión consecutiva, organice una Eurocopa.
Otra preocupación de la UEFA, “los recientes acontecimientos económicos” en el país y sobre todo la devaluación de la libra turca “podrían comprometer las inversiones públicas” previstas.
Si bien Alemania organizó con gran éxito el Mundial-2006, Turquía representa “una oportunidad única para la UEFA de explorar nuevos mercados”, juzgó Yardimici.
Noch 10 Tage!
Am 27. September entscheidet die #UEFA über den Ausrichter der #EURO2024. @UBF_EURO2024 🇩🇪 pic.twitter.com/ZDyBN19CVX— Die Mannschaft (@DFB_Team) September 17, 2018
Pero son estos problemas económicos los que podrían llevar a los responsables de la UEFA a privilegiar la candidatura alemana.
Solución sin riesgo
“La organización de la Eurocopa-2020 en 12 países diferentes con leyes distintas es un infierno. Para 2024, la UEFA no puede tomar ningún riesgo y con Alemania hay la seguridad de que todo estará listo a tiempo y que funcionará perfectamente”, asegura un experto próximo a la UEFA.
Además, añade, “comercialmente y a nivel de derechos de televisión, Alemania es un gran mercado, mientras que las negociaciones con las empresas turcas son a menudo complicadas”.
Para este especialista de los derechos televisivos, “muchas cosas juegan en contra de Turquía y los miembros de la UEFA probablemente se pronuncien más en contra de Turquía que a favor de Alemania”.
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