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Según el diario La Repubblica, unos 40 registros se llevaron a cabo este lunes en varias ciudades italianas, en una operación conocida como ‘Last Banner’ (última bandera).
Entre los detenidos estám los jefes de los grupos ultras ‘Drughi’, ‘Tradizione-Antichi valori’, ‘Viking’, ‘Nucleo 1985’ o ‘Quelli… di via Filadelfia’.
Según el diario deportivo La Gazzetta dello Sport, los arrestados están acusados de “asociación de delincuentes, extorsión agravada, blanqueo y violencia”.
Las fiscales Chiara Maina y Patrizia Caputo, al frente de la investigación, consideran que los jefes ultras establecieron un sistema de amenazas y chantajes hacia los responsables de la venta de entrada para intentar tener pases a precios baratos y poder revenderlos.
“Se descubrió una organización de tipo militar, donde incluso las personas de mayor confianza podían ser alejadas si no respondían a las indicaciones del jefe”, declaró en una conferencia de prensa Caputo.
“De la misma manera que los clanes mafiosos buscan controlar el territorio, las personas implicadas en la investigación buscan tomar el control de una parte del estadio, principalmente de la curva sur, con métodos mafiosos, como la intimidación”, añadió.
La investigación comenzó hace un año, después de que el club señalara el chantaje ejercido por sus ultras, que amenazaron a la institución con lanzar gritos y cánticos racistas en los partidos, lo que acarrea sanciones deportivas y económicas.
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