Indonesia e Israel no tienen relaciones diplomáticas y el país del Sudeste asiático, que tiene la población musulmana más numerosa del mundo, es un gran defensor de la causa palestina.
Un vídeo publicado por la Federación Indonesia de Futbol muestra a jugadores hundidos anímicamente y a su entrenador llorando después de que la FIFA anunciara que elegirá otro país como sede del torneo.
La selección indonesia Sub-20, que estaba clasificada como país anfitrión, se expone además a verse excluida de la competición.
“Habíamos dedicado nuestra energía, nuestro tiempo, nuestro sudor y hasta nuestra sangre (a esta competición), pero en un momento todo se ha esfumado por motivos políticos”, escribió en las redes sociales Rabbani Tasnim, jugador de 19 años. “Habéis destruido nuestro gran sueño”, lamentó.
Los internautas inundaron la red con mensajes negativos en la cuenta de Instagram del gobernador de Java Centro, Ganjar Pranowo, que había protestado por la participación de Israel.
El gobernador de Bali, Wayan Koster, también había pedido un boicot al equipo israelí, mientras que un centenar de simpatizantes de grupos musulmanes conservadores habían protestado en Yakarta contra Israel el pasado marzo.
Sin embargo, una gran parte de la población indonesia era favorable a la disputa en el país de este torneo, cuya organización había sido concedida en 2019.
“Estoy muy decepcionado porque ver a Indonesia acogiendo un evento futbolístico mundial era mi sueño”, lamenta Jarnawi, un fan de 40 años.
Indonesia fue el país donde se produjo una de las peores catástrofes de la historia del fútbol. El pasado octubre, 135 hinchas perdieron la vida en una avalancha en un estadio de la isla de Java.