Salió el equipo de Carlos Terrazas fiel a su estilo, con muchos hombres adelantados y con la intención de presionar muy arriba para complicar las salidas del rival.
El conjunto burgalés, pese a su derrota liguera de la pasada jornada en Leganés por un contundente 4-0, es el equipo más goleador de la Liga Adelante y en el Sánchez Pizjuán, como ya destacó el técnico bilbaíno, la misión era marcar para dejar la eliminatoria viva para la semana que viene en Miranda de Ebro.
Ante ello, el Sevilla dispuso de un equipo renovado en relación al que le ganó el pasado sábado al Málaga (2-1) en este mismo escenario, aunque con un once inicial de muchas garantías, incluido el francés Kevin Gameiro, goleador ante los malaguistas.
A los de Unai Emery, ante el empuje inicial de los visitantes, les costó tomar el mando aunque también ello propició jugar a la contra.
Fue el centrocampista Fran Carnicer el primero que probó un remate, pero el balón se le fue por encima de la meta que defendió el canterano David Soria, hoy titular en lugar de Sergio Rico.
La réplica del Sevilla, minutos después, fue más efectiva y el centrocampista francés Steven NZonzi resolvió una jugada embarullada dentro del área para lograr el 1-0.
El Mirandés no cambió en nada su guión con el tanto encajado, siguió intenso y siempre poniendo en muchas complicaciones a la formación hispalense, hasta el punto de que poco antes de cumplirse la media hora estuvo cerca del empate en una jugada de Marco Sangalli que acabó con el balón repelido por un poste.
Los mirandeses tuvieron sus mayores problemas en las acciones de José Antonio Reyes, rápido, con muchas ganas y que fue el que hizo jugar a los suyos, como en una acción que inició él y que no supieron rematar con éxito ni Gameiro ni el danés Michael Krohn-Dehli en el que pudo ser el 2-0 en el último lance de la primera parte.