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El primer derbi madrileño en el Wanda Metropolitano, la nueva casa del Atlético de Madrid, resultó un partido áspero, lleno de faltas y de golpes, entre dos equipos que distan mucho de estar en su momento más inspirado.
Mejoría total del Madrid
En los primeros minutos la defensa del Real Madrid cometió varios errores de bulto. En el 3 el francés Raphael Varane falló un pase y dejó solo al argentino Ángel Correa, que inexplicablemente disparó fuera.
Según transcurrió la primera parte el Real Madrid mejoró en ataque, agitado por un Toni Kroos más activo que de costumbre. Suya fue la mejor ocasión blanca (32), cuando no encontró portería tras entrar en el área y tirar la pared con Cristiano Ronaldo.
La segunda parte comenzó sin Sergio Ramos en el campo. El capitán blanco recibió una patada en la cara dentro del área cuando intentaba rematar de cabeza, por parte de Lucas Hernández. Su nariz comenzó a sangrar y en el descanso dejó su plaza a Nacho.
A falta de un cuarto de hora el técnico rojiblanco Diego Simeone cambió a su dupla ofensiva. El francés Antoine Griezmann, silbado por su público, y Correa dieron el relevo al también francés Kevin Gameiro y a Fernando Torres.
Estuvo cerca de dar sus frutos. El belga Yannick Carrasco jugó con Gameiro, que levantó el balón para salvar la salida de Kiko Casilla. Su globo lo salvó in extremis con la cabeza Varane.
Luego llegó la réplica blanca (81). Ronaldo sacó una falta desde el pico del área y el arquero esloveno Jan Oblak voló para evitar el gol.
El portugués tuvo también la bola de partido. Recibió del brasileño Marcelo dentro del área y su disparo lo despejó in extremis Lucas Hernández (89).