La empresa agregó que le deben R$3 millones (unos US$940 mil), de los cuales R$1,3 millones (US$410 mil pertenecen a un consorcio que administra el estadio, dirigida por la empresa constructora Odebrecht. El resto pertenece a los organizadores de las olimpiadas, agregó.
El estadio se ha deteriorado en las últimas semanas y Odebrecht ha pedido al estado de Río de Janeiro que asuma la administración.
El estado ha declarado un “calamidad financiera” y tiene un retraso de meses en el pago de empleados públicos como maestros, enfermeros, así como en las pensiones.