Para ello, los “citizens”, que no necesitaron llegar al nivel de excelencia que mostraron en la primera parte del duelo de la semana pasada ante el Manchester United, añadieron a las habituales señas de identidad de los equipos de Guardiola una nueva variante, un letal contragolpe.
A la carrera llegaron dos de los cuatro goles del Manchester City, los anotados por el nigeriano Kelechi Iheanacho, que firmó el 2-0 a los 25 minutos, y el extremo Raheem Sterling, que estableció el 3-0 a los 48.
Dos jugadas en las que tuvo un papel fundamental el belga Kevin de Bruyne, el mejor jugador del partido, que no sólo condujo con velocidad y sapiencia las contras del City, sino que además abrió a los 15 minutos el marcador para los locales, con un acción de pillería, tras superar por bajo a la barrera en un lanzamiento de falta.
De Bruyne también fue determinante en el cuarto y último tanto del Manchester City, tras asistir a la perfección a los 66 minutos al turco Ilkay Gündogan, que se estrenó como goleador con el equipo “sky blue”, tras demostrar una de sus principales virtudes, su capacidad para incorporarse al área desde la segunda línea.
El triunfo sólo fue ensombrecido por la expulsión a los 85 minutos por tarjeta roja directa del español Manuel Agudo “Nolito”.
El Manchester City se consolida en el liderato de la Liga inglesa con cinco puntos de ventaja sobre el Arsenal, que se aupó a la segunda plaza tras vencer hoy por 1-4 al Hull.