La justicia croata había inculpado en abril a Mamic, así como a su hermano Zoran, por presuntos hechos de corrupción y malversación de millones de euros.
Los hermanos Mamic están acusados de “abuso de poder y corrupción”, junto a otros dos sospechosos.
Estos desvíos, a través de acuerdos ficticios sobre el traspaso de jugadores, habrían costado €15,5 millones al club y €1,6 millones de euros al fisco de Croacia.
Considerado durante mucho tiempo como el hombre fuerte del fútbol croata, Zdravko Mamic, de 56 años, fue detenido en 2015, y en febrero dimitió de su cargo de presidente del conjunto de la capital.
Zoran Mamic, de 44 años, es un exfutbolista profesional que fue convocado seis veces con la selección de Croacia.