“El rendimiento durante 75 minutos, más o menos, fue extraordinario. Y luego perdimos 3-1. Esto demuestra la difícil situación en la que estamos”, lamentó el entrenador del Liverpool, el alemán Jürgen Klopp.
Tras la derrota en el King Power Stadium, el Liverpool (4º) se queda con 40 puntos y podría abandonar esta jornada la zona de Liga de Campeones, reservada en Inglaterra para los cuatro primeros clasificados.
El Chelsea (5º) y el West Ham (6º) tienen apenas un punto menos y jugarán sus partidos el lunes, como locales ante Newcastle (16º) y el colista Sheffield United (20º), respectivamente.
Por su parte, el Leicester se coloca provisionalmente segundo en la clasificación, con 46 puntos, a cuatro del líder Manchester City, que recibe este sábado al Tottenham (8º).
El domingo, el Manchester United, ahora tercero un punto por detrás del Leicester, puede recuperar el segundo puesto en su visita al West Bromwich (19º).
El revés del Liverpool este sábado ante uno de sus rivales directos en los puestos altos de la clasificación se suma a las derrotas en los dos anteriores partidos ligueros del equipo, en casa ante Brighton (1-0) y Manchester City (4-1).
El Liverpool ha perdido por lo tanto en los tres partidos que ha disputado hasta ahora en febrero, un dato muy preocupante antes de una semana importante, en la que el martes juega contra el RB Leipzig alemán en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. El partido fue deslocalizado a Budapest por las restricciones de entrada al país que están en vigor en Alemania ante la pandemia del covid-19.
Tras ese desplazamiento a Hungría, el Liverpool recibirá a su vecino Everton en un derbi lleno de tensión en Anfield, el próximo fin de semana.
Problemas para Alisson
Este sábado, Salah, que al menos consolidó su liderato en la tabla de goleadores del campeonato con una 17ª diana, parecía allanar el camino de la recuperación del Liverpool cuando marcó en el 67, con un perfecta definitivo tras ser asistido por el brasileño Roberto Firmino, pero nada más lejos de la realidad.
En el 78, James Maddison empató de falta directa y poco después se consumó el desastre ‘red’.
En el 81, Vardy consiguió el segundo al hacerse con un balón tras un fallo de entendimiento del arquero brasileño Alisson Becker y el turco Ozan Kabak, que le brindaron la ocasión de marcar a placer.
Cuatro minutos más tarde, un error de marcaje permitió a Harvey Barnes plantarse ante Alisson y batirle a modo de golpe de gracia (3-1, 85).
A la lista de desgracias del Liverpool este sábado se sumó otra en forma de lesión, la de James Milner en el inicio del partido, que amenaza con llenar todavía más la repleta enfermería del equipo, que atraviesa un momento muy complicado.