Mucho más coherente que una Roma atenazada por los nervios, el Lazio alcanzó su tercera final en cinco años. En 2013 levantó el trofeo tras batir en la final precisamente a la Roma y hace dos años perdió ante la Juventus.
El equipo de Simone Inzaghi, cuarto en la Serie A, en la que busca un puesto en el podio para jugar la próxima Liga de Campeones, está completando una excelente temporada, en la que había depositadas pocas esperanzas tras el anuncio de la llegada del argentino Marcelo Bielsa y su posterior anulación.
En la final el Lazio jugará con el Nápoles o la Juventus, que el miércoles jugarán en San Paolo la vuelta tras la victoria 3-1 de los turineses en la ida.