Y lo hizo por partida doble en el mismo juego.
El entrenador del Atlético de Madrid prefirió hablar de virtud antes que de la fortuna, la intuición o los reflejos de Alves, atributos que sin duda también han hecho del portero brasileño una garantía frente a los lanzamientos desde los 11 metros.
Si la semana pasada había alcanzado el récord deteniendo el disparo del jugador del Leganés Szymanowski, superando los 16 que registró en su carrera Andoni Zubizarreta (en 103 partyidos), este domingo aumentó todavía más su leyenda contra el nuevo líder de la Liga en España.
Su primera víctima fue el francés Antoine Griezmann, a quien desvió su penalti con una espectacular mano a la izquierda del arco.
La segunda fue Gabi, el capitán rojiblanco. Asumió la responsabilidad con la confianza de no haber desperdiciado nunca un lanzamiento con el Atlético en liga -llevaba seis de seis- pero lo erró.
Incluso el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo -éste por partida doble- han fallado cuando se han parado enfrente de Alves, quien pese a no estar entre los porteros más altos (1,88 metros) intimida a los mejores especialistas.
La lista que de futbolistas que se tuvieron que rendir ante el brasileño es amplia e incluye a todo tipo de goleadores como el hispanobrasileño Diego Costa, los croatas Mandzukic y Rakitic, el chileno Fabián Orellana y el colombiano Carlos Bacca.
Con los dos que detuvo el domingo, Alves elevó su récord a 19 penaltis detenidos de los 41 que le han lanzado en la Liga, mientras dos los tiraron por fuera.
Pero si se suman todas las competiciones en las que ha participado su registro aumenta a 22 paradas en 45 penaltis -le han convertido 21- como lo publicó el estadístico deportivo Alexis Martín Tamayo, popularmente conocido por su cuenta de Twitter, @2010MisterChip.
Pese a los dos penaltis que detuvo en el estadio de Mestalla, Alves no pudo evitar la derrota del Valencia, que perdió 0-2 y ocupa uno de los puestos de descenso en la clasificación (18º).